martes, 20 de julio de 2021

Roberto Francisco Serafini

Nació en Presidencia de la Plaza el 10 de octubre de 1932, sus padres eran nacidos en Resistencia e hijos de los primeros pobladores que llegaron en 1878. Su padre, Antonio Serafini, quien falleciera a los 74 años el sábado 3 de marzo de 1979, llegó y se quedó en Presidencia de la Plaza en 1927 porque su hermana, Melania Serafini, estaba casada con José Liva. Antonio vino soltero y se casó en 1928 con Amalia Bravo.

Roberto curso sus estudios primarios en la Escuela Nº 131 de El Paraisal, donde empezó a los cinco años, porque no había alumnos, entonces la maestra, Srta. María Estela Corral, habló con el padre para que lo enviara a la escuela. El director y maestro era Juan Carlos Anabia y su esposa, Doris Sala de Anabia era maestra.

Roberto Francisco Serafini - Fotografía gentileza de Elías Serafini (nieto de Roberto Francisco Serafini).

En 1959 se casó con Victoria María Medina, con quien tuvo dos hijos, Ricardo Roberto y Nélida Beatriz.

Heredero de una familia de espíritu cooperativista -su papá fue uno de los socios fundadores de la Cooperativa Unión y Progreso Agropecuaria Ltda. (asociado 423)-, él y su hermano Rodolfo se asociaron a la cooperativa en 1957, siendo los asociados Nº 487. Cuando en la primera mitad de la década de 1990 se motorizó la idea de crear una cooperativa para llevar el servicio eléctrico a las zonas rurales, fue uno de los impulsores de la creación de la Cooperativa de Provisión de Servicios Públicos Las Colonias Ltda.

Antes que existiera la cooperativa, recuerda que “Martín Farías era el banco, mi mamá se enojaba con mi papá porque le firmaba documentos, ‘te va a sacar todo’, le decía, pero nunca le falló” (Serafini, 2016).

Su campo está ubicado en el Lote 89, “justo donde empieza Colonia Brandsen”, señalaba. Recuerda que Armando Sosa tenía un negocio grande en la entrada del camino que iba al campo de Luís Deluca, almacén que luego fuera de Martiniano “Machín” Blanco; Camilo Coto también tenía un negocio grande, con panadería, vecino al campo de Adolfo José “Chacho” Deluca; recuerda también el almacén La Boquerona, de doña Maura.

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En Presidencia de la Plaza, donde su hijo instaló el supermercado El Sol, estaba el negocio de Rafael Benaroya, quien hacia 1937 se habría iniciado con una fonda y que tenía un centro de acopio de espina corona, cueros, madera, siendo propietario de Bodegas El Estanciero, donde se fraccionaba el vino que traían de Mendoza en tren y descargaban por cañería que iba por debajo de la calle; aún hay cuatro aljibes que eran los depósitos del vino. Estuvo hasta 1949 y después abrió negocios en Resistencia, Presidencia Roque Sáenz Peña y Catamarca; el negocio de Presidencia de la Plaza fue adquirido por Calderón (Pérez, 2016; Serafini, 2016).

Aunque Bienvenido Pérez (2016) dice que Benaroya se fue de Presidencia de la Plaza en 1949, Ruíz (1967) en 1967 da a entender que la bodega aún funcionaba.

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Los caminos y rutas se hacían por donde estaba más limpio, buscaban de no desmontar, a menos que sea muy necesario.

Para llegar a Presidencia de la Plaza desde nuestra casa teníamos que pasar por el campo de Chichín Rudaz, José Liva, por el almacén El Tropezón que son las ruinas que están frente al campo de Juan Liva, luego por el campo de José y Tomás Corona, pasar frente de la escuela y después por la chacra de Juan Herrera salíamos a las Malvinas (Serafini, 2016).

Los hijos estudiaron la primaria en la Escuela Nº 58; esperaban el colectivo de Bandeo en el cruce del Boquerón (Cuatro Bocas). Cuando comenzó la secundaria Nely, se quedaba en la casa de la abuela materna, donde ahora vivió sus últimos años su hermano Rodolfo; Ricardo iba y venía en una moto que lo traía un muchacho. Nely se recibió de maestra en Machagai, trabajó un año en la Escuela Nº 454 cuando era directora Ester Veuthey.

Roberto primero compró una camioneta vieja, luego un Ford A, en el año 1964 le compró a Piovano una camioneta Ford blanca, modelo 62; en los inicios de la década de 1970, compró un camión y se afincó en el pueblo.

Productor algodonero de los que se podían considerar grandes en la zona, recuerda cuando en el campo había mucha gente y él tenía hasta 100 cosecheros.

Todos los años algodoneros eran buenos, aunque fueran malos, porque se podía pagar las cuentas y progresar. Hace 15 años comenzó la crisis algodonera, porque la tecnología era para productores de punta y no para los productores medianos y chicos. Tenía que vender animales para pagar las cuentas cuando terminaba la cosecha.

Sentí algo adentro mío cuando dejé de hacer algodón. En la última campaña, hice rectificar el tractor y lo deje como nuevo, porque no pierdo la esperanza de volver a sembrar algodón (Serafini, 2016).

Como sus hermanos, Rodolfo fue un gran colaborador del Club Comercio, aunque nunca jugó a la pelota porque ni el papá ni el maestro lo dejaban.

Operado del corazón, en sus últimos años solía ir a veces al campo; en 2014 se fisuró una vértebra de la columna al sufrir una caída. Falleció el 10 de julio de 2017, a los 84 años de edad, siendo inhumado en el cementerio local al día siguiente.

Bibliografía

Pérez, B. (13 de Febrero de 2016). Entrevista personal. (G. R. Martínez, Entrevistador) Presidencia de la Plaza, Chaco, Argentina.

Ruíz, P. A. (1967). Algunas referencias sobre Presidencia de la Plaza y la Escuela Nacional Nº 58. Mimeo, Escuela Nº 58, Presidencia de la Plaza.

Serafini, R. F. (13 de mayo de 2016). Entrevista personal. (G. R. Martínez, Entrevistador) Presidencia de la Plaza, Chaco, Argentina.

 

 

 

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