viernes, 20 de agosto de 2021

Ernesto Blas Liva

Nacido el 3 de febrero de 1938, día de San Blas, Ernesto es nieto y bisnieto de inmigrantes friulanos llegados en marzo de 1878 a Colonia Resistencia. Francisco Liva y María Sabadini, sus bisabuelos, llegaron con sus tres hijos mayores, entre ellos Juan –su abuelo– de 3 años, que sería el padre de José Liva al casarse con María Bonfanti.

Ernesto Blas Liva (Fotografía del autor – 01/02/2017).
Su padre, José, llegó desde El Zapallar (hoy General José de San Martín) en 1917 y se instaló en la zona que actualmente se conoce como El Palmar y que durante mucho tiempo fuera conocida como Cañada Liva. José Liva, nacido en 1893, se casó con Lucía Serafini y en 1929 compró el campo que era del cacique José de La Cruz, en la entrada de colonia Vieytes; en esa casa nació y se crio Ernesto. Integrante de una familia formada por 10 hermanos: cinco mujeres y cinco varones, de los cuales es el menor, cursó los estudios primarios en la Escuela 131 de la colonia Herrera, llamada así porque en esa zona vivía la familia de Cristóbal Herrera, quien donó el terreno para la escuela; fue alumno de Juan Carlos Anabia y Casimiro Porta.

Recordando su infancia, cuenta que traer el algodón desde El Palmar a Presidencia de la Plaza insumía tres días de viaje; al regresar llevaban toda la mercadería para el año, que consistía en aquellos productos que no se podían producir en la chacra. Herederos de una cultura donde la gran mayoría era experta en explotación granjera y de tambo, así como en la fabricación de vino, queso, manteca y otros comestibles, casi nada se compraba porque todo se producía: “… para aceitar las ensaladas, fritábamos el tocino y la grasa que daba le echábamos a las verduras, después le poníamos vinagre”.

Pocos meses después de la muerte de su mamá en 1959, fue exceptuado de cumplir el servicio militar. Con cuatro de sus hermanos se trasladó al campo familiar situado en El Palmar, donde continuo con el trabajo de la chacra, a la que siempre se dedicó, porque asegura “…que en la chacra viene un año bueno, uno regular y uno malo”. Mientras el algodón fue el “oro blanco” siempre fue este su cultivo principal.

Todos traíamos cosecheros de Corrientes, cada uno ya tenía sus cosecheros con los que trabajaba de un año para el otro. Yo tenía cosecheros de Corrientes, cuando estaba por empezar la cosecha les mandaba una carta y venía uno a buscar la plata y se volvía para traer a las restantes familias. Cuando había mal tiempo, pedían la liquidación y uno se iba a Corrientes a llevar la plata de todos. Había confianza en esa época, ni recibo firmábamos (Liva, 2016).

En el camioncito modelo 1937 que le compró a su hermano Albino, al que le alargó la caja para cargar hasta 6 toneladas de algodón, transportaba la producción a la Cooperativa Unión y Progreso, de la cual su padre -asociado Nº 16-, fue uno de los fundadores y tesorero del primer Consejo de Administración. Cuando Biancalani construyó la Ruta 7 entre 1961 y 1962, Albino compró un camión Ford 8 Modelo 61 para acarrear tierra; ese camión le compró luego y le puso un motor diésel.

Recuerda que: “En 1963 hubo una creciente muy grande que se llevó todas las alcantarillas, con mi hermano Albino llevábamos un tablón en el camión y lo poníamos para poder pasar, luego levantábamos y seguíamos. Así podíamos venir hasta Plaza”.

Así como se declara hincha de Racing Club de Avellaneda, declara que siempre fueron hinchas del tractor Farmall, ya que su papá compró el primer tractorcito, un Farmall 12 para dos surcos en 1940, en 1950 compró el Farmall M, agricolero, para cuatro surcos, luego un Súper M diésel en 1954.

Quienes lo conocieron cuando viajaba desde su campo en El Palmar a Presidencia de la Plaza, reconocen su amabilidad: “El gringo jamás te iba a dejar tirado en la calle, era gaucho en eso, cuando te veía que estabas queriendo viajar, siempre paraba y te llevaba” (Obregón, 2015). Algunos también recuerdan que tenía por costumbre pellizcar la oreja del pasajero, por lo que recuerdan que cuando veían que venía la camioneta de Néstor, se escondían entre los matorrales de la banquina para que no los viera que estaban queriendo viajar.

Casado desde 1957 con Cecilia Dora Obregón, es padre de dos hijos y abuelo de nietos, quienes ya lo ha hecho bisabuelo. Aunque hace más de 40 años que vive en el pueblo, la mayoría de los amaneceres lo encuentran trabajando en su campo, donde tiene sus raíces, profundamente arraigadas en ese suelo al que su familia le diera nombre.

Bibliography

Liva, E. B. (4 de abril de 2016). Entrevista personal. (G. R. Martínez, Entrevistador) Presidencia de la Plaza, Chaco, Argentina.

Obregón, R. R. (26 de octubre de 2015). Entrevista personal. (G. R. Martínez, Entrevistador) Lote V - Presidencia de la Plaza, Chaco, Argentina.

sábado, 7 de agosto de 2021

Sixto y José Liva

El 12 de octubre de 1916 había asumido la presidencia de la Nación el radical Hipólito Yrigoyen, quien unos meses más tarde, en 1917, decretaría el fin de las acciones militares de la guerra contra el indio chaqueño, que había declarado Sarmiento en 1870.

El 27 de enero de 1917 se habían cumplido 39 años de la llegada del primer contingente de friulanos a Colonia Resistencia, el cual fue seguido por otros grupos que llegaron más luego, ingresando el 26 de marzo de 1878 un grupo numeroso de agricultores, entre ellos el matrimonio compuesto por Francisco Liva, de 33 años y María Sabadini, de 29 años, con sus hijos María, Juan y Catalina, de cinco, tres y un año respectivamente, todos ellos provenientes de Udine. En la Colonia Resistencia nacerían once hijos más, entre ellos Sixto, el menor de la familia, el 18 de febrero de 1891.

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El censo nacional de población realizado en 1895 indica que Francisco Liva tenía en ese momento 50 años, por lo que habría nacido en 1845, en tanto su esposa lo habría hecho en 1847, ya que María Sabadini contaba con 48 años; en el mismo domicilio de la Sección 03 (Población rural) de Resistencia, vivían Juan Liva, su hijo de 22 años, nacido en 1873, con su esposa María Bonfanti, nacida hacia 1872, ya que contaba con 23 años. Todos ellos nacido en Italia.

El censo menciona que Francisco y Juan saben leer y escribir y se dedican a la agricultura, en tanto las señoras Sabadini y Bonfanti son caseras, teniendo la primera diez hijos y la segunda cuatro. Agrega que María Sabadini tiene 25 años de casada, por lo que su matrimonio debió realizarse en Italia hacia 1870, en tanto María Bonfanti dice tener cinco años de casada, habiéndose realizado este en Argentina hacia 1890.

En el mismo grupo familiar se registra a Luis, de 15 años (1880); Rosa, de 14 años (1881); Sixto, con 4 años (1891); Regina, con 4 años (1891); José, de 2 años (1893) y Francisco, que habría nacido en 1895, ya que el censo menciona 0 años. Estos dos últimos, hijos del matrimonio Liva - Bonfanti.

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El pequeño Juan Liva creció y contrajo matrimonio con María Bonfanti, de cuyo matrimonio nacería José Liva en 1893. Luego de vivir en cercanías de Puerto Tirol se afincaron en Colonia El Zapallar (hoy Libertador General San Martín), donde también se radicaría Sixto Liva. Desde allí Sixto y José, tío y sobrino, con 26 y 24 años respectivamente, se trasladaron en febrero de 1917 al departamento Martínez de Hoz (hoy Presidencia de la Plaza), donde se afincaron en el Lote V de la Colonia Pastoril, en una zona cubierta de montes, con cañadas y abras altas donde podían realizar agricultura.

José Liva - Fotografía del autor, tomada de la placa ubicada en el mausoleo familiar del cementerio de Presidencia de la Plaza – 08/02/2017.
Fue en Presidencia de la Plaza donde Sixto se casó con Melania, hija de Eliseo Serafini, en tanto que su sobrino José lo hizo con la hermana de aquella, Lucía. Del matrimonio de Sixto y Melania nacieron nueve hijos -cuatro mujeres y cinco varones-, en tanto que del matrimonio de José con Lucia fueron diez los descendientes -mujeres y varones en partes iguales-.

Sixto relataba en 1967, un hecho que le había tocado vivir:

… en compañía de José Liva, José Serafini, Máximo Serafini y Victorio Dellamea, decidimos trasladarnos hasta la toldería de indios ubicada al sur de Machagai, a caballo, para asistir a las fiestas con motivo de las fiestas del 25 de mayo de 1922 (jugada de taba, bailes y juego de destreza), al llegar a destino, notamos la hostilidad hacia nosotros y el aumento considerable del número de indígenas, quizás provenientes de otras zonas. Previendo que algo tramaban y en salvaguarda de nuestra integridad física decidimos regresar de inmediato, dando aviso a los pobladores de la zona, de un posible ataque a los centros poblados vecinos (Ruíz, 1967, pág. 12).

Luego de trabajar un tiempo en Guayaibí, José adquirió un campo en Colonia Vieytes en 1929. El primer registro electoral elaborado en Presidencia de la Plaza en 1933 registra a los agricultores José y Sixto Liva, en tanto que el registro de colonos de los años 1941/42 menciona que José Liva cultivó 16 hectáreas en el Lote 23 de Colonia Vieyes y 46 hectáreas en Lote V, en tanto Sixto Liva sembró 22 hectáreas en el Lote 82 de la sección Quintas del ejido municipal.

A inicios de la década de 1930, Melania Serafini, esposa de Sixto Liva, integró la Comisión Pro-Templo, donando el terreno para la construcción del mismo, obra que fue finalizada en 1933 (García & Busiello, 1997; Martínez J. , 2014).

El 19 de marzo de 1935 un grupo de agricultores se reunieron en el domicilio de José Liva en Colonia Hipólito Vieytes, con el objeto de crear una cooperativa agrícola; entre otros, también Sixto participó de la reunión, por lo que ambos fueron miembros del grupo fundacional de la Cooperativa Unión y Progreso, donde José fue elegido integrante del primer Consejo de Administración, con el cargo de tesorero.

El local que fuera construido por el vecindario y donado al Estado para que el 11 de abril de 1950 se procediera a la creación de la Escuela Nº 470 en El Palmar, se halla emplazado en un terreno de ocho hectáreas que donara Sixto Liva.

José Liva murió el 30 de junio de 1974 y Sixto lo siguió unos meses más tarde, el 11 de diciembre. Por esas cosas curiosas que marca el destino, dos hombres que habían llegado juntos a Presidencia de la Plaza, también se fueron prácticamente juntos. Dos hombres que se afincaron en el territorio, formando sus familias, aportando a crear riqueza a través del trabajo agrícola y que, con aciertos y errores, contribuyeron a forjar la historia de Presidencia de la Plaza. Sin poder ser exhaustivos y a riesgo de no poder mencionar todos los lugares donde ellos o sus descendientes hicieron sus aportes, vale recordar algunos de ellos.

En la toponimia departamental, su apellido dio nombre a la cañada que se encuentra cercana a la chacra donde se afincaran en 1917; durante muchos años a esa zona, que hoy se conoce como El Palmar, fue conocida con el nombre de Cañada Liva.

El equipo de futbol que representara a Colonia El Palmar y que llevaba el nombre de Club Defensores de Belgrano, fue fundado y presidido durante varios años por Albino Liva, uno de los hijos de José.

Uno de los fundadores de la Feria Franca de Presidencia de la Plaza y primer presidente fue Sixto Aníbal Liva, nieto de Sixto y sobrino de José Liva; Sixto Aníbal fue también el primer presidente del Consorcio de Servicios Productivos Rurales del departamento.

Bibliografía

García, G. M., & Busiello, O. C. (1997). Presidencia de la Plaza. Sus Orígenes 1910 - 1940. (d. P. Municipalidad, Ed.) Concepción del Uruguay, Entre Ríos.

Martínez, J. (31 de Mayo de 2014). Entrevista personal. (G. R. Martínez, Entrevistador) Presidencia de la Plaza, Chaco, Argentina.

Ruíz, P. A. (1967). Algunas referencias sobre Presidencia de la Plaza y la Escuela Nacional Nº 58. Mimeo, Escuela Nº 58, Presidencia de la Plaza.