jueves, 2 de febrero de 2012

PRINCIPALES FACTORES QUE INFLUYEN PARA MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA DE LOS PRODUCTORES MINIFUNDISTAS DE LA PROVINCIA DEL CHACO (Parte 1)


PRINCIPALES FACTORES QUE INFLUYEN PARA MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA DE LOS PRODUCTORES MINIFUNDISTAS DE LA PROVINCIA DEL CHACO
Dedicado a la memoria de Cancio Anacleto Rubén Martínez y Rainner María Ramón Monner
·         Al Dr. Augusto Pérez Lindo, director de la Maestría en Desarrollo Social de la Facultad de Humanidades de la UNNE y a todo su plantel docente.
·         Al Ing. Agr. José Luís Russo y a la Lic. en Estadística Irene Torriglia, por haber aceptado la dirección de este trabajo y por el tiempo dedicado al mismo.
·         Al Ing. Agr. Gastón Bordelois, Coordinador Nacional del PSA y del PROINDER, al Ing. Agr. Jorge Manuel Sartor y al Agr. Mario Antonio Olivero, quienes durante el tiempo que demandó este trabajo se desempeñaron como Coordinadores Provinciales del PSA en el Chaco.
·         A los técnicos de campo del PSA y del PROINDER, quienes realizaron el relevamiento familiar utilizado en este trabajo, colaboraron en la organización de las reuniones grupales y aportaron su experiencia para la discusión de las ideas aquí planteadas.
NOMBRE
PROFESIÓN
NOMBRE
PROFESIÓN
·         Alejando Moreno
Ingeniero agrónomo
·         Marcelo Gregorio Gómez
Ingeniero agrónomo
·         Arístide Sebastián
Ingeniero agrónomo
·         María Elena Aradas
Ingeniero agrónomo
·         Carlos Luís Correa
Agrónomo general
·         Mario Ponce
Agrónomo general
·         Carlos Villavicencio
Técnico apícola
·         Marcelo Mijalchuk
Ingeniero agrónomo
·         Christian Cavour Ferrari
Ingeniero agrónomo
·         Osvaldo Ovejero
Agrónomo general
·         Daniel Serafín
Médico veterinario
·         Pedro Nicanor Jazmín
Médico veterinario
·         Darío Edgardo Harvey
Médico veterinario
·         Ramón Ibarra
Promotor social
·         Dora Elisa Fortini
Médico veterinario
·         René Stuart Pasotti
Médico veterinario
·         Héctor Orlando Zampar
Ingeniero agrónomo
·         Ricardo Sánchez
Médico veterinario
·         Héctor Simoni
Médico veterinario
·         Rolando Teves
Ingeniero forestal
·         Víctor Hugo Lipps
Ingeniero agrónomo
·         Roque Miranda
Ingeniero agrónomo
·         Luís Bartra
Ingeniero agrónomo
·         Silvia Vargas
Médico veterinario
·         Luís Fernando Basilio Zago
Médico veterinario
·         Walter Oscar Liva
Médico veterinario
·         Luís Esteban Romero
Ingeniero agrónomo


·         A la Sra. Carina Quiñones, quien pasó a base de datos la información de los relevamientos familiares.
·         Al Lic. Raúl Oscar Codutti, autor del Diagnostico Agrario y Rural de la Provincia del Chaco, por el importante aporte realizado para la realización del Perfil Descriptivo de la provincia del Chaco.
·         A los productores beneficiarios del PSA y del PROINDER, por las múltiples atenciones recibidas.
·         A la Prof. Belquis Van Lierde, por su permanente predisposición para con los alumnos de la Maestría en Desarrollo Social.
·         A la Prof. Susana Colazo, docente de la Facultad de Humanidades de la UNNE, por los aportes realizados para la realización de las entrevistas y la selección de la muestra.
·         A los integrantes de La Mora - Red Chaqueña de Técnicos e Instituciones para el Desarrollo Rural.
·         Al Ing. Agr. Carlos María Cardozo, jefe de la AER INTA Juan José Castelli, por los consejos brindados.
·         Al Dr. Carlos Jara, del IICA Brasil, por la lectura del original y los aportes realizados.
·         A mi esposa Laura Marcela Monner, quien supo soportar los momentos de tensión cuando este trabajo se complicaba.
·         A mi hijo Ezequiel, quien con su sola presencia me dio fuerzas para seguir adelante.
·         AER: Agencia de Extensión Rural
·         APPCH: Asociación de Pequeños Productores del Chaco
·         CEPRODER: Centro de Promoción y Desarrollo Regional
·         CIPES: Centro de Investigación y Promoción Educativa y Social
·         CNA: Censo Nacional Agropecuario
·         CNPV: Censo Nacional de Población y Vivienda
·         CPA: Censo Provincial Agropecuario
·         EAP: Explotación Agropecuaria
·         EEA: Estación Experimental Agropecuaria
·         EFA: Escuela de la Familia Agrícola
·         EPA: Emprendimiento Productivo Asociativo
·         FET: Fondo Especial del Tabaco
·         FIDA: Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola
·         FONAVI: Fondo Nacional de la Vivienda
·         FUNDAPAZ: Fundación para el Desarrollo en Paz y Justicia
·         ICV: Índice de Calidad de Vida
·         IDH: Índice de Desarrollo Humano
·         IICA: Instituto Interamericano de Cooperación Agrícola
·         IIFA: Instituto de Investigaciones Forestales y Agropecuarias
·         INCUPO: Instituto de Cultura Popular
·         INDEC: Instituto Nacional de Estadísticas y Censo
·         INDES: Instituto de Desarrollo Social y Promoción Humana
·         INTA: Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria
·         IPH: Índice de Pobreza Humana
·         JUM: Junta Unida de Misiones
·         NBI: Necesidades Básicas Insatisfechas
·         NEA: Nordeste Argentino
·         OCDE: Organización de Cooperación y Desarrollo Económico
·         ONG: Organización No Gubernamental
·         PBG: Producto Bruto Geográfico
·         PEA: Población Económicamente Activa
·         PRODERNEA: Proyecto de Desarrollo Rural de las Provincias del NEA
·         PROFAM: Programa de Agricultores Familiares
·         PROGANO: Programa de Desarrollo Ganadero del Noroeste del Chaco
·         PROINDER: Proyecto de Desarrollo de Pequeños Productores Agropecuarios
·         PSA: Programa Social Agropecuario
·         SAGPyA: Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación
·         SIEMPRO: Sistema de Evaluación y Monitoreo de Programas Sociales
·         UAFACH: Unión de Asociaciones de la Familia Agrícola del Chaco
·         UNPEPROCH: Unión de Pequeños Productores del Chaco
·         UNPEPROCE: Unión de Pequeños Productores de Colonia Elisa
Es muy importante contar con un estudio que se dedique a investigar el impacto de diferentes programas del área social, en el contexto de los productores minifundistas. En general los programas se superponen dentro de una misma población objetivo, sin tener buenas evaluaciones del logro de los objetivos propuestos, específicamente en el mejoramiento de la calidad de vida de este segmento de la población.
Es muy interesante el enfoque dado a este trabajo donde se plantean inquietudes desde como  se puede definir que es calidad de vida, como entienden este concepto los propios interesados, y especialmente que características pueden llegar a ser importantes para estos productores y que no tienen relación con variables productivas ni de orden material. Esto tiene mucha relación con los objetivos de vida de cada una de las personas y que en general los programas puestos en funcionamiento para trabajar con poblaciones carenciadas, no lo tienen en cuenta, ya que son diseñados más que nada para mejorar ingreso, rentabilidad, producción y otras variables que pueden ser medidas o pesadas.
Por último se quiere mencionar la satisfacción de haber colaborado con el Ing. Agr. Gerardo Martínez en la realización de este trabajo, y sobre todo de las charlas mantenidas sobre temas que se refieren a la necesidad de conocer cuales son los mecanismos que definen los objetivos de vida de las personas.
Lic. Irene Torriglia de Manoilof
Codirectora de Tesis
El objetivo de mejorar la calidad de vida de los pequeños productores minifundistas se propone como Objetivo General en los diferentes instrumentos de planificación, meta esta que también es planteada por aquellas instituciones y organizaciones con mayor afinidad en el trabajo con este sector de la producción. Sin embargo, los resultados finales de estas acciones indican que el proceso de mejora en la calidad de vida sólo es alcanzado por algunas familias de la población objetivo, otras continúan en el mismo estado que se encontraban inicialmente y, lo que resulta aún más impactante, es que otras familias pueden terminar empeorando su calidad de vida respecto de aquella definida como situación inicial. Todo esto nos indica que los impactos de las intervenciones son diferenciados y producen una heterogeneidad de situaciones.
Este trabajo de investigación pretende contrastar las siguientes hipótesis:
§  Las diferenciales en el mejoramiento de la calidad de vida, dentro y entre los grupos organizados de productores minifundistas, están fuertemente condicionadas a variables sociales, culturales y económicas.
§  Condiciones de incertidumbre y riesgo para su calidad de vida, afectarán la toma de decisiones para la ejecución de todo proceso productivo de innovación tecnológica de producto o de proceso.
En función a ello el principal objetivo del trabajo consiste en determinar las principales variables que influyen sobre la calidad de vida de las familias de pequeños productores minifundistas de la Provincia del Chaco, en la República Argentina.
La investigación se sustenta en la información disponible en la base de datos de pequeños productores minifundistas del PSA y del PROINDER de la provincia del Chaco, programas con los que se trabajó por tratarse de programas con cobertura nacional, con más de una década de ejecución[1] y características similares a otros programas de desarrollo orientados a este sector productivo.
El trabajo se divide en dos partes. En la primera se encuentran descriptas las hipótesis, objetivos, metodología de trabajo y fuentes de información utilizadas.
Se describe también el perfil de la provincia del Chaco en sus características físicas, climáticas, geográficas, ecológicas, políticas, sociales y económicas. En las características sociales se profundiza en aspectos poblacionales, demográficos y ocupacionales, analizando diversos indicadores sociales, la estructura ocupacional, los ingresos de la población y los índices de pobreza y de desarrollo humano.
En aspectos económicos se describe la evolución reciente de la economía chaqueña, la infraestructura básica y los sectores agropecuario y forestal, analizando especialmente la situación de pobreza rural y la pequeña producción de base agraria. En estos últimos puntos se describe la situación del minifundio en relación a la región y al país, y la evolución reciente de la estructura parcelaria y la tenencia de la tierra. Se analiza el uso de los suelos, el perfil productivo, la participación del sector rural pobre en la economía agraria, la evolución de los rendimientos y el cambio tecnológico ocurrido en la última década, y la integración a las cadenas de valor.
Someramente se describen las principales organizaciones de pequeños productores que actúan en la provincia del Chaco, aclarando que esta descripción no incluye a todas, ya algunas no se han podido detectar, por su ámbito de acción circunscripta al nivel local.
Para la descripción del perfil productivo de la provincia del Chaco se utilizó el trabajo realizado en el año 2003 por Raúl Oscar Codutti, Diagnostico Agrario y Rural de la Provincia del Chaco, trabajo que se recomienda a quienes desean profundizar en el conocimiento de la situación actual del agro chaqueño en sus aspectos sociales, económicos, productivos y tecnológicos.
En esta primera parte también se realiza una aproximación a los distintos conceptos que existen vinculados al término calidad de vida, en relación a la salud, la educación, el medio ambiente, los derechos humanos y la economía; y se describe la política y proyectos implementados en la provincia del Chaco, los programas estatales que asisten a la población rural pobre y las ONG's vinculadas al desarrollo rural, realizándose una descripción de las características de la población minifundista.
En la segunda parte se describen los resultados arribados, en relación a las características de la población bajo estudio en sus diversos aspectos (educativos, familiares, productivos, etc.).
Tomando 11 variables se realizó un análisis estadístico con el programa SAS (Statistical Analysis System) sobre una muestra integrada por 687 casos, y luego de realizar varios agrupamientos, se optó por trabajar con tres agrupamiento que arrojaban tres grupos más o menos definidos: Población joven sin alfabetizar, Población joven alfabetizada y Población mayor.
Estos agrupamientos son descriptos en relación a las variables utilizadas y se realiza un estudio comparativo entre ellos, tomando otras variables.
En relación a la asistencia técnica brindada a los productores, se informa acerca del grado de conformidad con la misma, los temas tratados en estas instancias y quienes participaban de dichas actividades. Habiéndose detectado superposición de asistencia a una misma familia por parte de varias instituciones, se describen las dificultades que esta situación acarrea.
Con relación a la innovación tecnológica, se analizan cuatro proyectos de experimentación adaptativa ejecutados en la provincia del Chaco, la continuidad que han tenido los mismos y las causas por las cuales los productores no incorporan la tecnología experimentada.
Se describen las expectativas futuras de los productores integrantes de los grupos asociativos, en relación a sus propias actividades como grupo y al futuro de los hijos; y las percepciones que los productores tienen acerca del concepto calidad de vida.
A los efectos de determinar si existe correlación entre las 17 variables utilizadas, se analizó con el Ji Cuadrado como influían unas sobre otras, haciendo especial hincapié en aquellas que la bibliografía indica como influyentes, obteniendo de esta forma 272 resultados, de los cuales solamente seis resultaron significativos.
Se analiza la edad del titular del proyecto productivo, atento que es una característica que surge al realizar el agrupamiento de productores.
Teniendo en cuenta las variables que se utilizaron en el análisis de la muestra, el agrupamiento realizado con el SAS, el análisis efectuado con el Ji Cuadrado y las entrevistas realizadas, se analizan los resultados arribados, en relación al levantamiento de la información, la asistencia técnica y financiera, los indicadores utilizados, la escolarización del productor, el mejoramiento de la calidad de vida, los grupos asociativos, los valores culturales y las migraciones. Con respecto a la asistencia técnica se analiza el discurso técnico, la concepción del desarrollo, la aceptación o valoración de la asistencia técnica y la formación de los técnicos, concluyéndose con lo que “no debe ser” un técnico.
Se llega luego a las conclusiones en relación a la asistencia técnica y financiera, los indicadores, los valores culturales y los grupos asociativos, realizándose por ultimo sugerencias que permitan mejorar los programas de desarrollo que se implementan, en relación a la asistencia técnica, la revalorización de los valores campesinos / productivos y los indicadores de calidad de vida.

PRIMERA PARTE

“Mejorar la calidad de vida de los pequeños productores minifundistas[2] y de las comunidad donde están insertos” se ha tornado casi en un eslogan que se propone como Objetivo General en los diferentes instrumentos de planificación (Planes, Programas, Proyectos) que se proponen para trabajar y resolver los problemas de este sector de la producción. Este objetivo también es planteado por aquellas instituciones y organizaciones con mayor afinidad en el trabajo con este sector productivo.
En muchos casos los resultados finales de estas acciones indican que esta mejora en la calidad de vida sólo es alcanzada por algunas familias de la población objetivo, otras continúan en el mismo estado que se encontraban inicialmente y, lo que resulta aún más impactante, otras familias pueden terminar empeorando su calidad de vida respecto de aquella definida como situación inicial.

HIPÓTESIS Y OBJETIVOS

En este trabajo de investigación se pretende contrastar las siguientes hipótesis:
§  Las diferenciales en el mejoramiento de la calidad de vida, dentro y entre los grupos organizados de productores minifundistas, están fuertemente condicionadas a variables sociales, culturales y económicas.
§  Condiciones de incertidumbre y riesgo para su calidad de vida, afectarán la toma de decisión para la ejecución de todo proceso productivo de innovación tecnológica de producto o de proceso.
En función a ello el principal objetivo del trabajo consiste en determinar las principales variables que influyen sobre la calidad de vida de las familias de pequeños productores minifundistas de la provincia del Chaco.
Para ello se han considerados como objetivos intermedios los siguientes:
a.        Determinar variables que permiten efectuar agrupamientos (cluster) de grupos y familias de productores minifundistas con características económicas y sociales similares.
b.       Analizar los efectos de los principales componentes técnicos, económicos, financieros y sociales del PSA sobre las modificaciones en la calidad de vida de los pequeños productores minifundistas.

METODOLOGÍA DE TRABAJO

La investigación se sustentó en la información disponible en la base de datos de pequeños productores minifundistas del PSA y del PROINDER de la provincia del Chaco.
Se optó por trabajar con la información proporcionada por estos programas por las razones que se enumeran a continuación, dejando expresa constancia que el haber tomado la decisión de trabajar con estos no implica una evaluación acerca de ellos ni se realiza ningún juicio de valor respecto de los mismos.
§  Tanto el PSA como el PROINDER son programas con cobertura nacional.
§  El PSA cumplió una década de ejecución, asistiendo en ese lapso, en la provincia del Chaco, a:
o    316 Emprendimientos Productivos Asociativos (EPA’s).
o    1.947 familias beneficiarias, de las cuales 267 titulares de crédito son mujeres, con asistencia técnica y financiera.
o    7.840 personas[3].
§  A través de la operatoria PROINDER[4], en la provincia del Chaco asistió a:
o    178 subproyectos productivos.
o    391 familias beneficiarias, con asistencia técnica y financiera.
o   Fueron aprobados y financiados cuatro proyectos de experimentación adaptativa[5]:
§  Alternativas de manejo agro ecológico de plagas del cultivo de algodón para pequeños productores del dorsal agrícola chaqueño – Colonia Picada Moreno – Departamento O’Higgins – Chaco.
§  Adaptación de tecnología para la producción sustentable en cultivos de pacú y/o sábalos consociados con Patos Pekín para familias rurales minifundistas.
§  Producción hortícola con tecnologías apropiadas para la diversificación de los sistemas de minifundio.
§  Alternativas de diversificación de cultivos no tradicionales para productores minifundistas algodoneros.
§  Ambos programas tienen características similares a otros programas de desarrollo orientados a este sector productivo.
§  Entre abril de 2002 y marzo de 2004, el autor se desempeñó en el Equipo Técnico de Apoyo del PSA Chaco, en el Área de Seguimiento de Proyectos, lo que le permitió mantener una fluida comunicación con productores y técnicos.
La realización de este trabajo se dividió en tres etapas.

PRIMERA ETAPA

§  Construcción de una base de datos con las variables específicas para los objetivos de este trabajo de investigación, para lo cual se trabajó con un lote de información levantada y cargada a base de datos por terceros, cuyo objetivo era la elaboración de proyectos productivos.
§  Clasificación de las variables de esta base de datos según corresponda a variables sociales, económicas y productivas.
§  Mediante el análisis de la información por un método de agrupamiento no jerárquico, utilizando componentes principales, se buscó obtener grupos de productores homogéneos según las variables que se definan como clasificatorias.
§  Se trabajó con los grupos, identificándose cada productor en relación al grupo productivo al cual pertenece.
§  Se analizaron cuales son las diferencias entre los grupos.

SEGUNDA ETAPA

§  Se realizó un relevamiento en terreno mediante entrevistas estructuradas. Entre marzo de 2002 y marzo de 2004 se entrevistaron 598 productores, a través de reuniones con 135 grupos beneficiarios de PSA - PROINDER.
§  Estudio y análisis de resultados de las entrevistas en función a los objetivos de la investigación.

TERCERA ETAPA

§  Elaboración y redacción del documento final.
De manera paralela a la ejecución de la primera y segunda etapa se efectuó la búsqueda y revisión bibliográfica de temas vinculados a la temática de la presente investigación.

FUENTES DE INFORMACIÓN UTILIZADAS

Para la realización del presente trabajo, se utilizaron las siguientes fuentes de información:
§  Programa Informático de Crédito (PROGPSA) del PSA.
§  Carpetas Grupales de los Proyectos Productivos presentados ante el PSA y el PROINDER.
§  Proyectos de experimentación adaptativa aprobados.
§  Base de datos del PROINDER.
§  Informes técnicos de seguimiento y de monitoreo de los proyectos productivos y de experimentación adaptativa en el marco del PSA y del PROINDER.
§  Información de la actividad grupal de los grupos de productores vinculados al PSA y al PROINDER.
§  Información estadística del CPA de la Provincia del Chaco. Año 2001.
§  Información estadística del CNA. Año 2002.
§  Información de proyectos y programas de pequeños productores minifundistas del Ministerio de la Producción de la Provincia del Chaco y del INTA.
§  Información de distintas ONG's que trabajan con el sector de pequeños productores minifundistas.
§  Entrevistas y encuestas a dirigentes y productores del sector.

PERFIL DESCRIPTIVO DE LA PROVINCIA DEL CHACO

LOCALIZACIÓN

El territorio chaqueño que se extiende dentro de la región homónima, ocupa un espacio geográfico clave en el área nordeste argentina, región que integra junto con las provincias de Formosa, Misiones y Corrientes. Limita al N con Formosa, al O con Salta y Santiago del Estero, al S con Santa Fe y al E con Corrientes y la República del Paraguay. Ocupa una extensión de 99.633 km2 (2,6% del territorio nacional y algo más de un tercio del NEA) entre los 24°07' y 28° 02' de latitud S y los 58° 22' y 63° 26' de longitud O.
Su nombre proviene de la voz quechua chacu: de cha, cosa enhiesta, y cu partícula de pluralidad, o sea un sistema de caza mayor o montería que practicaban los aborígenes del territorio, estrechando en círculo la caza para apoderarse de ella. Otros autores mencionan que la palabra Chaco significa lugar de cacería y que con esta palabra se designa la tarea principal que estas culturas realizaban, culturas que fueron arrasadas y confinadas a las zonas mas desprotegidas, a través de las campañas realizadas por el Ejército Argentino en un primer momento y posteriormente por las fuerzas de seguridad.

CARACTERÍSTICAS FÍSICAS Y CLIMÁTICAS

La provincia integra la unidad fisiográfica denominada Región Chaqueña que abarca parte de los territorios de Argentina, Paraguay, Bolivia y Brasil. Esta región es una extensa llanura caracterizada por su uniformidad topográfica, la reducida energía del relieve y por una leve pendiente en dirección Noroeste-Sudeste. Los principales factores que permiten la diferenciación de los ambientes son la diversidad climática, la disponibilidad de agua y la variedad de suelos y vegetación.
Las precipitaciones medias fluctúan en torno a los 800 mm anuales en la región occidental y alcanzan los 1.300 mm en la región oriental de la provincia. La temperatura media del mes más cálido (Enero) varía entre 27ºC y 28ºC y la media del mes más frío (Julio) oscila entre 14ºC y 15ºC. Las características de los regímenes térmico y pluviométrico permiten diferenciar tres regiones climáticas de Este a Oeste: (i) Región subhúmeda-húmeda, de clima subtropical marítimo sin una estación seca definida; (ii) Región subhúmeda-seca, de clima subtropical marítimo, con precipitaciones superiores en verano y otoño (oriente) y en verano (occidente) y (iii) Región semiárida de clima subtropical continental, con estación seca invernal y lluvias concentradas principalmente en verano (Codutti, 2003:9).
CUADRO Nº 1: Características climáticas de la ciudad de Resistencia.
VERANO
OTOÑO
INVIERNO
PRIMAVERA
Tiempo muy caluroso durante las 24 horas del día, debido a temperaturas y/o humedades muy elevadas.
Tiempo caluroso a mediodía y en las primeras horas de la tarde; noches agradables.
Tiempo agradable durante el día; noches frescas a frías.
Tiempo caluroso a mediodía y en las primeras horas de la tarde; noches agradables.
FUENTE: www.meteofa.mil.ar
CUADRO Nº 2: Datos extremos de la ciudad de Resistencia. Período 1961 - 1990.
TEMPERATURAS
VERANO
OTOÑO
INVIERNO
PRIMAVERA
Temperatura máxima (°C)
42.3
39.2
35.5
41.6
Temperatura mínima (°C)
7.7
-3.2
-3.8
-0.8
FUENTE: www.meteofa.mil.ar
CUADRO Nº 3: Datos estadísticos climáticos de la ciudad de Resistencia. Periodo 1981 -1990.
Mes
Temperatura (°C)
Humedad relativa
(%)
Viento medio
(Km./h)
Número de días con
Precipitación mensual
(mm)
Máxima media
Media
Mínima media
Cielo claro
Cielo cubierto
Precipitación
E
33.5
27.0
21.1
71
7.1
9
7
9
148.0
F
32.2
26.1
20.7
75
6.9
9
6
9
171.2
M
30.4
24.4
19.3
78
6.3
12
7
10
200.0
A
26.2
21.1
17.0
83
6.3
7
10
11
284.9
M
23.6
17.9
13.1
82
7.4
10
8
8
97.0
J
20.4
14.7
10.1
83
6.8
8
11
9
87.5
J
21.1
15.0
10.1
80
8.6
11
9
7
47.3
A
23.0
16.8
11.4
76
9.2
11
9
6
49.5
S
24.0
17.8
12.1
74
10.6
11
9
8
81.3
O
28.0
21.6
15.2
71
10.3
12
7
9
123.7
N
29.7
23.9
18.0
73
9.5
11
7
11
158.1
D
32.4
25.8
19.3
69
8.1
11
4
8
108.2
FUENTE: www.meteofa.mil.ar

SUBREGIONES ECOLÓGICAS

En el territorio provincial se diferencian once subregiones ecológicas definidas siguiendo la estructura y diseño de los paisajes, entre otros elementos, que se mantienen en situación de equilibrio dinámico y que puede ser profundamente alterado por causas naturales o antrópicas (Morello y Adamoli, 1970, en Codutti, 2003:9). En los puntos siguientes se efectúa una breve caracterización de dicha regiones.
Subregión del Paraguay – Paraná: constituye una típica llanura aluvial de meandros sometida al control ecológico del sistema fluvial que le da nombre. La terraza baja se inunda cuando hay coincidencia de crecientes de colectores y afluentes, mientras que la terraza alta es controlada por las crecientes de los afluentes. El patrón fisonómico es dominado por comunidades acuáticas fijas o arraigadas (pirizales y pajonales) y móviles o flotantes (embalsados y camalotales), desarrollándose en estas últimas acciones específicas de formación de suelos flotantes o suspendidos. Las selvas de ribera constituyen un patrón filiforme que indican las etapas de migración lateral de los cauces principales.
Subregión del Dorsal Agrícola Paranaense: a pesar de ser contigua a la llanura aluvial paranaense no tiene rasgos de haber estado sometida a las acciones de este sistema fluvial. Esta subregión se caracteriza por la presencia de depósitos de loess, la formación de capas de tosca y un relieve donde las formas tienden a constituir terrazas. El modelo de vegetación consta de tres elementos: pajonal en los valles de los ríos, masas de pastizales y bosques compartiendo el interfluvio.
Subregión del Chaco Deprimido: constituye un área absolutamente plana que dificulta la evacuación de las aguas y las sales, situación que determina la formación de grandes superficies con suelos salino-alcalinos. Las vías de desagüe son amplias (cañadas), sin límites netos y totalmente ocupados por vegetación que dan vida a uno de los mejores ecosistemas de pastoreo. A la vegetación, con una trama básica de pastizales, se le incorporan grandes masas forestales de madera dura.
Subregión de Esteros, Cañadas y Selvas de Ribera: corresponde a un relieve fluvial donde el modelo de vegetación adquiere un carácter anárquico. Los bosques y pastizales aparecen pulverizados con catenas y gradientes angostos y límites netos entre tipos de vegetación. Es la región ecológica de mayor diversidad fisonómica de todo el Chaco, observándose la presencia de varios tipos de bosques y de pastizales. Los lugares más altos hoy están ocupados totalmente por la agricultura.
Subregión del Dorsal Agrícola Subhúmedo: su nombre alude a la estructura cristalina del paleozoico que subyace tapado por 300 m de sedimentos. Sus rasgos esenciales son sus formas alargadas, con límites rectos en varios lados; la ausencia de sistema fluvial organizado y el carácter eólico e hidroeólico de los sedimentos superficiales. El patrón de vegetación es simple, con grandes masas forestales y pastizales poco diversificados que forman abras donde se desarrolla la agricultura.
Subregión de Parques y Sabanas: presenta un patrón topográfico ondulado y enérgico y responde, desde el punto de vista geomorfológico, a una estructura en bloques organizada a lo largo de una gran falla regional de rumbo Norte-Sur que corre paralela al límite entre Chaco y Santiago del Estero. El patrón de vegetación constituye una sabana con alineación de elementos leñosos que conforman bosques de madera dura de estructura y composición florística semiárida.
Subregión de los Antiguos Cauces: comprende una extensa superficie donde dominan los procesos hídricos, con acciones hidroeólicas de redistribución posterior. La trama básica está formada por una secuencia de llanuras aluviales en las que han desaparecido los vestigios de la acción fluvial y conservan un cauce con lecho arenoso y tramos que están en vías de sepultamiento. El modelo fisonómico predominante es forestal, con características de vegetación de tipo semiárido, excepto en los cauces fósiles ocupados por pastizales.
Subregión del Teuco-Bermejo: constituye un valle fluvial con anarquía de cauces y fenómenos de captura de caudales. El cauce actual está instalado en una angosta llanura de meandros sobre la que existían pastizales que por sobrepastoreo se transforman en peladares. Este tipo fisonómico es el más extendido y está constituido por arbustos en formaciones abiertas. Los cauces abandonados con lecho arenoso están ocupados por pastizales y, en caso contrario, por vegetación de pantano.
Subregión de los Quemados: comprende un ambiente de morfogénesis fluvial muy antiguo conformado sobre un material sedimentario de textura fina e impermeable. Esta unidad se caracteriza por la presencia de ambiente fluviales anchos, tipo cañadas, ocupados por arbustos que fueron pastizales hasta la década del '40. El bosque es de madera dura, típico del clima semiárido.
Subregión del Infracuartario: se caracteriza por poseer las rocas madres más antiguas del Chaco, presentándose como una llanura muy plana pero provista de un micro relieve muy acentuado por la acción combinada de las sequías estacionales sobre las arcillas. No hay ningún sistema fluvial visible y el relieve es extremadamente chato, ocasionando el estancamiento del agua y la formación de ambientes salinos. Todo el gradiente topográfico está ocupado por comunidades leñosas con la presencia de especies originarias del Chaco boliviano y paraguayo.
Subregión del Alto Agrícola Chaco Formoseño: constituye un ambiente modelado sobre un tramo de la gran llanura aluvial de meandros del río Bermejo, aunque la región excede estos límites y se extiende en una serie de derrames orientales que hacen la transición con la Subregión de Esteros, Cañadas y Selvas de Ribera. La vegetación natural es un mosaico de sabanas que alternan con bosques complejos en las terrazas fluviales y, desde el punto de vista agrícola, es el equivalente del dorsal agrícola subhúmedo.
En algunas áreas de las subregiones ecológicas mencionadas se observan procesos de salinización y disminución de los niveles de infiltración por compactación de los suelos y pérdida de la cobertura boscosa. Este proceso, agravado por el sistema de explotación forestal basado en el aprovechamiento selectivo de las especies más valiosas y ritmos de extracción superiores a la capacidad de regeneración del ecosistema, ha provocado la degradación de la calidad biológica de las masas forestales y una disminución de las funciones de protección del suelo y la fauna y de regulación del ciclo hídrico.
En este sentido, se estima que los procesos de degradación de la vegetación afectan a 3.308.500 hectáreas de pastizales, muy alteradas por el tipo de uso al que fueron sometidas, de las cuales 2.168.500 hectáreas presentan degradación moderada y 1.140.000 hectáreas degradación intensa (EEA INTA Presidencia Roque Sáenz Peña, en Codutti, 2003:11). En cuanto a las masas boscosas se estima que 4.414.500 hectáreas de montes se encuentran degradadas, 2.750.000 hectáreas en forma moderada y 1.664.500 hectáreas de manera intensa (Codutti, 2003:9 a 11).

RECURSOS HÍDRICOS

La conformación del sistema hídrico responde a un diseño con múltiples deltas que ha modelado una red de drenaje que se encuentra colmatada. Existen numerosos elementos de anormalidad que influyen sobre el drenaje de la planicie, con sistemas fluviales autóctonos y alóctonos en constante desplazamiento horizontal, acumulación de agua (bañados, esteros, lagunas, lagos terminales, áreas sin drenaje) y valles secos o madrejones que muestran una marcada inestabilidad, asociada a la débil pendiente, a los desplazamientos tectónicos, al régimen pluviométrico y a cambios climáticos recientes.
El desequilibrio en la distribución de las precipitaciones a lo largo del año produce variaciones en el régimen hidrológico de los suelos y son responsables de la presencia o ausencia de acuíferos aptos para el aprovisionamiento de agua en grandes áreas de la provincia. En el centro y oeste no abundan los cursos superficiales de carácter permanente que permitan su empleo en forma directa. Por lo tanto, el escurrimiento superficial es almacenado para satisfacer las necesidades del hombre y del ganado.
El territorio provincial se encuentra surcado por un conjunto de cursos permanentes de agua que siguen una pendiente con dirección Noroeste - Sudoeste. La mayoría de estos se originan al Este de la isohieta de 900 mm y desembocan en los grandes colectores (Ríos Paraná y Paraguay).
En períodos de precipitaciones excesivas, precedidas por lluvias que producen la progresiva saturación de los suelos, los cursos de agua desbordan y provocan inundaciones. Este fenómeno se presenta con tiempos de recurrencia inferiores a los cinco años y afecta a las áreas agrícolas donde se registran pérdidas económicas de diferente magnitud dependiendo del uso de los suelos, del tiempo de permanencia del agua en los campos y del estado vegetativo de los cultivos. Las consecuencias de este fenómeno, en muchos casos, se evidencian en períodos posteriores a los de su ocurrencia al incidir sobre las posibilidades de preparación de los suelos o sobre los índices productivos de los rodeos (Codutti, 2003:11).

APTITUD Y USO ACTUAL DE LOS SUELOS

La provincia del Chaco reúne 3,4 millones de hectáreas de suelos con aptitud agrícola, los que ofrecen limitaciones ligeras a moderadas para el desarrollo de esta actividad. A la superficie anterior se suman 4,07 millones de hectáreas en donde la agricultura puede desarrollarse con limitaciones y riesgos severos teniendo en cuenta los sistemas de manejo más difundidos entre los productores. El CUADRO Nº 4 muestra la distribución de la superficie por clases de suelos, su participación sobre el total del territorio provincial y la aptitud productiva predominante.
CUADRO Nº 4: Distribución de la superficie por clases de suelos, participación en el total provincial y aptitud productiva.
CLASES
SUPERFICIE (HA)
%
APTITUD
Clase II
1.334.300
14%
Agricultura, con ligeras limitaciones.
Clase III
2.053.400
20%
Agricultura con limitaciones o riesgos moderados.
Clase IV
4.076.600
41%
Agricultura con limitaciones o riesgos severos.
Clase V
1.256.000
13%
Ganadería, con pasturas permanentes.
Clase VI
1.232.900
12%
Ganadería, con pasturas permanentes.
FUENTE: Dirección de Suelos y Agua Rural. Ministerio de la Producción de la Provincia del Chaco, en (Codutti, 2003:12).
El uso actual de los suelos se caracteriza por la subutilización de la capacidad productiva de las tierras ocupadas por la ganadería, donde predominan los sistemas productivos extensivos, mientras que en las áreas agrícolas se observa una sobre utilización de este recurso agravada por la escasa aplicación de prácticas de manejo de suelo, agua y vegetación. En este sentido, resulta importante señalar que el 40% de los suelos es susceptible a la degradación por erosión hídrica y, en menor medida, por erosión eólica. En la actualidad se estima que alrededor de 1.383.000 hectáreas se han degradado en forma moderada, mientras que 745.000 hectáreas están afectadas en forma grave por la erosión hídrica (Codutti, 2003:11 y 12).

DIVISIÓN ADMINISTRATIVA

Chaco se convirtió en provincia en el año 1951; desde fines del siglo XIX había sido territorio nacional. Está dividido en 25 departamentos y 68 municipios, de los cuales San Fernando, Comandante Fernández y Libertador General San Martín son los más poblados.

REGIONALIZACIÓN TERRITORIAL

La Secretaría de Planeamiento y Evaluación de Resultados (SEPER) del Ministerio de Economía del Chaco ha iniciado un programa de conformación de regiones a partir del criterio de la unión voluntaria de Municipios. El objetivo es lograr el fortalecimiento de los Municipios para liderar el desarrollo integral de las regiones que conforman, promoviendo la activa participación de las comunidades urbanas y rurales en la planificación y gestión de procesos de desarrollo local. El programa tiene como propósito articular las áreas del gobierno provincial para generar, conjuntamente con los gobiernos municipales, acciones e inversiones que orienten los procesos de desarrollo territorial, asegurando la equidad distributiva, la generación de empleo y la recomposición del tejido empresarial y social (SEPER, en Codutti, 2003). En este contexto, el espacio local - regional aparece como el más idóneo para asegurar la participación de todos los actores involucrados y orientar estrategias que permitan apoyar las actividades económicas existentes, atraer nuevas inversiones y generar empleo. Este proceso implica la reorganización del sistema de distribución del poder político en respuesta a las exigencias de la reconversión y modernización del aparato estatal, orientándose hacia el logro de una mayor equidad social en la asignación de recursos y en la distribución del gasto, asegurando la participación en el sistema decisorio a través de nuevas formas de relación entre la sociedad civil y el Estado (Patroni, en Codutti, 2003:59).
La decisión de integrar una unión regional constituye una facultad de las autoridades municipales, ejercida en forma compartida con los demás municipios que manifiesten similar voluntad. Las decisiones de cada gobierno municipal acerca de su integración a una región deben sustentarse en el consenso ciudadano mayoritario -obtenido mediante consultas y relevamientos de opiniones-, y la participación de la sociedad civil. Las micro regiones cuentan con un Consejo Regional y las resoluciones de este organismo tienen carácter vinculante para los Municipios (Codutti, 2003:59 y 60).
En este contexto se hallan conformadas siete micro regiones que reúnen a 68 Municipios. El CUADRO Nº 5 muestra la participación de los Municipios en cada una de ellas[6].
CUADRO Nº 5: Micro regiones de la provincia del Chaco.
MICRO REGIONES
MUNICIPIOS
Sudoeste Chaqueño I
Villa Ángela; Coronel Du Graty; Samuhú; Enrique Urien; Santa Sylvina; La Tigra y San Bernardo.
Centro - Este
Presidencia Roque Sáenz Peña; Machagai; Quitilipi; Presidencia de la Plaza; Villa Berthet y Las Garcitas.
Oriental
Resistencia; Barranqueras; Fontana; La Escondida; Makallé; Las Palmas; La Leonesa; Puerto Tirol; Puerto Vilelas; Basail; Cote Lai; Colonia Benítez; Colonia Popular; Charadai; General Vedia; Isla del Cerrito; La Verde; Laguna Blanca; Lapachito; Margarita Belén; Puerto Bermejo; Puerto Eva Perón y Colonia Elisa.
Sudoeste Chaqueño II
Las Breñas; Charata; Corzuela; General Capdevila; General Pinedo; Chorotis; Hermoso Campo y Gancedo.
Impenetrable
Juan José Castelli; Tres Isletas; Fuerte Esperanza; Misión Nueva Pompeya; Villa Río Bermejito; El Sauzalito y Miraflores.
Norte
General San Martín; Capitán Solari; Ciervo Petiso; Colonias Unidas; La Eduvigis; Laguna Limpia; Pampa Almirón; Presidencia Roca y Pampa del Indio.
Oeste
Pampa del Infierno; Los Frentones; Concepción del Bermejo; Taco Pozo; Campo Largo; Napenay y Avía Terai.
FUENTE: Secretaría de Planeamiento y Evaluación de Resultados. Ministerio de Economía del Chaco. Octubre de 2002, en (Codutti, 2003:60).

ASPECTOS SOCIALES

POBLAMIENTO

El explosivo crecimiento demográfico que había acompañado la colonización de la frontera -proceso caracterizado por la expansión del cultivo del algodón- se vio fuertemente frenado en las últimas décadas del siglo pasado.
CUADRO Nº 6: Evolución de la cantidad de habitantes en la provincia del Chaco y porcentaje de extranjeros.
AÑO
TOTAL HABITANTES
% EXTRANJEROS
1947
430.555
9,8
1960
543.331
5,9
1970
566.613
3,7
1980
692.410

1991
984.446

FUENTE: Elaboración propia en base a (Argentina…, 1984:) y (Codutti, 2003)
El departamento de mayor crecimiento demográfico fue San Fernando, con un incremento del 46% con respecto al guarismo de 1970. Esto se debe al gran desarrollo logrado por la ciudad de Resistencia. Inversamente, el de menor evolución demográfica fue el departamento Tapenagá, que vio disminuir su población de 7.305 habitantes (1970) a 4.190 (1980), lo que significa un 45% menos.
Esto permite justificar la aseveración de que la población chaqueña se distribuye en forma sumamente desigual. Los departamentos de Almirante Brown y General Güemes, por dar sólo un ejemplo, albergan el 40% de la superficie provincial y reúnen apenas el 7% de la población. En términos generales, la zona despoblada es la del Chaco occidental, que cuenta con muy pocos recursos económicos que atraigan el asentamiento de nuevos pobladores.
El balance de los procesos migratorios internos ha sido para el Chaco altamente negativo, signo indudable de los grandes problemas económicos que afligen a la región.

POBLACIÓN INDÍGENA

Actualmente viven en el territorio chaqueño varios asentamientos aborígenes. Chaco es, tal vez, la provincia que cuenta con mayor poblamiento indígena del país, con aproximadamente 30 mil personas (Carrasco et al., 1996:119); estos grupos de asentamiento están representados principalmente por las etnias tobas y wichi, y en menor proporción aborígenes mocovíes.

ESTRUCTURA Y DINÁMICA DEMOGRÁFICA

La provincia del Chaco cuenta con 984.446 habitantes (2,7% del total del país y 29,2% de la población de la región NEA), con una densidad poblacional de 9,9 habitantes/Km2, contra 6,9 habitantes/Km2 que indicaba el censo de 1980.
El 36,5% de la población (359.142 habitantes) reside en el Gran Resistencia, área integrada por las localidades de Resistencia, Barranqueras, Fontana y Puerto Vilelas. La cantidad de hogares asciende a 238.182 y reúnen a 978.882 personas, mientras que 5.564 personas se encuentran alojadas en instituciones colectivas (INDEC, 2002, en Codutti, 2003:12).
La población rural total y su relación con la población total pueden verse en el CUADRO Nº 7.
CUADRO Nº 7: Población rural por departamento y micro región (Absoluto y relativo). Porcentaje de población rural sobre población total por departamento.
MICRO REGIÓN
DEPARTAMENTO[7]
POBLACIÓN RURAL
POBLACIÓN RURAL/ TOTAL DPTO. (%)
Cantidad
% Región
Sudoeste Chaqueño I
 Mayor Luís J. Fontana
7.016
40,2
13,1
 O' Higgins
6.342
36,3
33,0
 San Lorenzo
978
5,6
45,0
 Fray Justo S. M. de Oro
3.113
17,8
82,3
 Total micro región

17.449
10,7
22,2
Sudoeste Chaqueño II
 2 de Abril
2.586
11,4
34,8
 Fray Justo S. M. de Oro
736
3,2
11,0
 12 de Octubre
4.281
18,8
21,3
 Chacabuco
5.232
23,0
18,9
 9 de Julio
7.410
32,6
27,5
 General Belgrano
2.470
10,9
23,5
 Total micro región

22.715
14,0
22,8
Centro Este
 San Lorenzo
3.220
8,3
26,8
 Comandante Fernández
11.317
29,3
12,9
 Quitilipi
10.543
27,3
32,9
 25 de Mayo
8.512
22,0
30,3
 Presidencia de la Plaza
3.817
9,9
31,3
 Sargento Cabral
1.214
3,1
28,7
 Total micro región

38.623
23,8
21,9
Oriental
 Tapenagá
1.123
6,1
26,8
 San Fernando
3.975
21,7
1,1
 Libertad
2.437
13,3
22,7
 General Dónovan
3.059
16,7
22,8
 1º de Mayo
1.932
10,5
21,1
 Bermejo
4.565
24,9
18,9
 Sargento Cabral
1.241
6,8
27,1
 Total micro región

18.332
11,3
4,2
Norte
 Libertador San Martín
15.569
93,2
28,6
 Sargento Cabral
1.132
6,8
18,3
 Total micro región

16.701
10,3
27,6
Impenetrable
 General Güemes
27.094
71,8
43,5
 Maipú
10.657
28,2
43,1
 Total micro región

37.751
23,2
43,4
Oeste
 Almirante Brown
5.926
54,1
20,4
 Independencia
5.020
45,9
24,4
 Total micro región

10.946
6,7
22,0
TOTAL GENERAL:
162.517
100%

FUENTE: Elaboración propia, en base a (Codutti, 2003; 101 a 105).
La tasa de crecimiento demográfico en el período intercensal 1991 - 2001 fue del 17,2%, superior a la tasa registrada para el país en su conjunto (11,1%) e inferior a la tasa provincial del período 1980 - 1991 (19,7%). Si se consideran los aspectos más dinámicos de la población este resultado podría relacionarse con las tasas de natalidad y mortalidad observadas, superiores a la media nacional, y a los saldos migratorios negativos que habrían operado moderando el crecimiento poblacional (SIEMPRO, 2002, en Codutti, 2003:12).
La provincia presenta una estructura de población joven, con una alta presencia de menores de 14 años (36,1% de la población total) y una población de adultos mayores (65 y más años de edad) que representa poco más del 6% de la población total. Esta situación puede atribuirse a los movimientos migratorios ocurridos en las décadas del '60 y '70 que implicaron el desplazamiento de población por entonces en edad económicamente activa hacia otras regiones del país (INDEC, 2002, en Codutti, 2003:13).
La característica más destacable de la provincia de Chaco desde el punto de vista sociodemográfico es la predominancia de hogares numerosos (4,1 personas), el 56% de los cuales posee menores de 15 años. Un indicador adicional de vulnerabilidad es la existencia de un 25,5% de hogares con jefatura femenina y, por lo tanto, con un solo perceptor potencial de ingresos. Los adultos jefes de hogar mayores de 65 años representan el 16% del total y aunque no tienen una presencia relativa importante presentan problemas de subsistencia debido a que el 60% carece de cobertura previsional.
El 79,4% de la población provincial reside en áreas urbanas y los datos del último censo de población permiten observar algunas particularidades del fuerte crecimiento demográfico registrado en las localidades situadas en el Oeste y Noroeste de la provincia, entre las que se destacan Gancedo (246,7%); Los Frentones (136,9%); Pampa del Infierno (113,4%); El Sauzalito (107,6%) y Juan José Castelli (95%). A su vez, las localidades con menor crecimiento poblacional fueron Las Palmas (3,66%) y La Leonesa (7,29%), conjuntamente con La Verde (15,12%) y La Escondida (17,18%). Las dos primeras afectadas por el cierre del ingenio azucarero Las Palmas del Chaco Austral, mientras que las segundas por la reducción del nivel de actividad de la industria tánica (Codutti, 2003:12 y 13).

INDICADORES SOCIALES

VIVIENDA Y SERVICIOS
La provincia del Chaco posee el 27,6% de los hogares (65.672) con NBI y con relación a 1991 la proporción de población con NBI se redujo del 38,4% al 33%. Sin embargo, en términos absolutos esta población ha aumentado en la última década de 320.225 a 323.354 habitantes. El porcentaje de hogares que habita en viviendas tipo B alcanza al 38,9%, mientras que el 12,8% habita en ranchos o casillas[8]. El 10,3% de los hogares posee grado de hacinamiento extremo, determinado por la presencia de más de tres personas por cuarto en la vivienda, y el 19,9% padece hacinamiento atenuado (entre dos y tres personas por cuarto). El 22,1% de los hogares del Chaco registran situaciones de tenencia irregular de sus viviendas (INDEC, 2002, en Codutti, 2003:13).
El 43,6% de las viviendas carece de provisión de agua, el 45,4% no posee inodoro o retrete con descarga de agua, el 49,1% no dispone de instalación de agua en el lugar para cocinar y el 79,1% no cuenta con conexión a la red pública de eliminación de excretas, siendo éste un indicador que califica la dotación de infraestructura del área donde están situadas. El 29% de las viviendas carece de servicio eléctrico y sólo el 10,1% de los hogares utiliza gas de red para cocinar, mientras que el 66,9% utiliza gas en garrafa y el 23,1% leña o carbón (INDEC, 2002, en Codutti, 2003:14).
SALUD
El 65,5% de la población chaqueña carece de cobertura de salud y la tasa de mortalidad infantil es del 29‰, mientras que la tasa de mortalidad neonatal es del 18,4‰ y la tasa de mortalidad postneonatal del 10,5‰. El porcentaje de defunciones por diarrea y gastroenteritis de presunto origen infeccioso en menores de un año asciende al 4,3‰, la tasa de mortalidad de menores de cinco años al 34,2‰ y las muertes por desnutrición de menores de cuatro años al 8,2‰. La tasa de mortalidad materna es del 13,2‰ y el porcentaje de madres adolescentes (menores de 19 años) asciende al 24,4% (Programa Nacional de Estadísticas de Salud, 2001, en Codutti, 2003:14).
Las cifras anteriores difieren de las estadísticas provinciales que indican que la tasa de mortalidad infantil es del 21,9‰ y la desnutrición infantil del 6% (Ministerio de Salud de la Provincia del Chaco, en Codutti, 2003:14). Sin embargo, otros estudios muestran que la desnutrición en áreas como el Departamento General Güemes alcanza al 18,2% de los niños y en los últimos años también se ha registrado un incremento de los indicadores relacionados con la falta de alimentos, como es el caso de enfermedades gastrointestinales, parasitosis y tuberculosis (Hospital 4 de Junio, 2002, en Codutti, 2003:14).
En el CUADRO Nº 8 se observan las diez principales causas de muerte correspondientes al año 1998.
CUADRO Nº 8: Principales causas de muerte en la provincia del Chaco. Año 1998.
PRINCIPALES CAUSAS DE MUERTE
CANTIDAD
%
1. Tumor maligno
1.004
1,08
2. Enfermedades del corazón
826
0,89
3. Enfermedades cerebro vasculares
520
0,56
4. Accidentes
316
0,34
5. Afecciones originadas en el período perinatal
315
0,34
6. Neumonía e influenza
245
0,26
7. Septicemia
204
0,22
8. Diabetes Mellitus
197
0,21
9. Anomalías congénitas
122
0,13
10. Deficiencias en la nutrición
110
0,12
SUBTOTAL PRIMERAS DIEZ CAUSAS:
3.859
4,15
Signos y síntomas morbosos mal definidos
635
0,68
Resto de las causas
1.465
1,58
TOTAL GENERAL:
5.959
6,41
FUENTE: (Bosch et al., 2000:2).
En el CUADRO Nº 9 se aprecian las diez principales causas de muerte por intervalo de edades.
CUADRO Nº 9: Principales causas de muerte por intervalo de edades en la provincia del Chaco. Año 1998.
CAUSAS
MENOR
DE 1
AÑO
DE 1 A
4
AÑOS
DE 5 A
14 AÑOS
DE 15 A
24 AÑOS
DE 25 A
34 AÑOS
DE 35 A
44 AÑOS
DE 45 A
54 AÑOS
DE 55 A
64 AÑOS
TOTAL[9]
Tumor maligno
0
2
6
10
26
68
133
233
478
Enfermedades del corazón
0
4
1
5
8
25
67
134
244
Enfermedades cerebro vasculares
0
0
0
2
5
26
52
93
178
Accidentes
17
20
26
37
49
54
33
29
265
Afecciones originadas en el
período perinatal
315
0
0
0
0
0
0
0
315
Neumonía e influenza
49
14
3
4
7
3
3
14
97
Septicemia
15
2
3
3
5
7
14
24
73
Diabetes Miellitus
0
0
0
0
2
8
14
33
57
Anomalías congénitas
91
14
7
4
1
0
1
1
119
Deficiencias en la nutrición
37
34
3
1
0
0
5
6
86
TOTAL 10 PRIMERAS CAUSAS DE MUERTE:
524
90
49
66
103
191
322
567
1.912
FUENTE: (Bosch et al., 2000:2).
EDUCACIÓN
En el aspecto educativo el Chaco presenta un 8% de analfabetismo entre la población de 10 o más años (59.416 habitantes), de los cuales el 52,2% son mujeres y el 47,8% varones. Esta distribución por sexo está influenciada por la población con más 30 años, dado que en el estrato de 10 a 29 años el 56,9% de los analfabetos son varones y el 43,1% mujeres. La tasa de asistencia escolar muestra marcadas diferencias entre el Gran Resistencia y la provincia en su conjunto en los niños de hasta 5 años (66,2% y 31%), mientras que entre los niños de 6 a 12 años es más homogénea (98,3% y 95,6%), ampliándose la brecha entre niños de 13 a 14 años (96,6% y 86,5%) (INDEC, 2002 en Codutti, 2003:14).
La tasa de asistencia escolar de los jóvenes de 15 a 17 años es del 81,1% en el Gran Resistencia, reduciéndose al 66,3% en la provincia en su conjunto. Esta diferencia se profundiza entre los jóvenes de 18 a 24 años (45,6% y 30%) y está muy influenciada por la situación educativa de las áreas rurales. La tasa de retención de los alumnos primarios disminuye al pasar de primero a séptimo grado y, consecuentemente, se observa un incremento en el desgranamiento. En este sentido, y a modo de ejemplo, sólo el 48,12% de los alumnos inscriptos en primer grado en 1993 llegaron a séptimo grado en 1999. Asimismo, se observa un porcentaje elevado de alumnos con sobreedad, situación originada por la repitencia, el ingreso tardío y los egresos y reingresos al sistema educativo, factores que reflejan el desempeño interno del sistema y su capacidad de retención (Codutti, 2003:14).

ESTRUCTURA OCUPACIONAL

El rasgo particular del mercado de trabajo provincial es su escaso dinamismo en la generación de oportunidades de empleo. Si se consideran los datos relevados por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) para el Gran Resistencia, el sector público concentra el 28% del empleo, situación que ha permitido morigerar la precariedad laboral, aunque no ha evitado la caída de la tasa de asalariados y el aumento de la informalidad en la ocupación y de la subocupación, fenómenos que afectan de manera particular a los sectores de menores ingresos (INDEC, en Codutti, 2003:15), sector en el cual se encuentran las familias con las que se realizará este trabajo.
En los núcleos familiares beneficiarios de los programas sociales la tasa de actividad de las personas de 14 y más años es del 55%, observándose marcadas diferencias entre varones (76,4%) y mujeres (34,1%). En este grupo poblacional la tasa de empleo es del 42% y la tasa de desocupación abierta es del 23,1% Por último, la tasa de desempleo de los jefes de hogar es del 14,8%, observándose una menor incidencia entre varones (12,7%) respecto a las mujeres (23,5%) (SIEMPRO, en Codutti, 2003:15).

INGRESOS Y POBREZA

En el Gran Resistencia la declinación de las remuneraciones durante el quinquenio 1998-2002 fue un 14% superior a la observada en el promedio de los aglomerados urbanos del país (13%). En octubre de 2001 la remuneración media mensual de los trabajadores era de $417, un 27% más baja que el promedio de los trabajadores urbanos del país ($575). El poder adquisitivo de los ingresos laborales, medido por la capacidad de comprar el conjunto de bienes y servicios básicos que se considera para medir la pobreza, muestra que bajó un 13,5% entre 1998 y 2001 (SIEMPRO, 2002, en Codutti, 2003:15).
La caída de los ingresos afectó de manera desigual a los distintos estratos, concentrándose la mayor disminución en los grupos poblacionales más pobres. En este sentido, en el período 1998 - 2001, el quintil correspondiente al 10% inferior disminuyó sus ingresos en el 34,3%, mientras que en el quintil del 10% superior esta reducción sólo fue del 4,8%. El CUADRO Nº 10 muestra la evolución anual del ingreso laboral por estrato de ingreso.
CUADRO Nº 10: Evolución del ingreso laboral por estrato de ingreso (en pesos corrientes).
QUINTILES
AÑOS
% Variación Periodo 1998 - 2001
1998
1999
2000
2001
 10% Inferior
133
134
113
87
-34,33
 1º Quintil
167
169
154
124
-25,44
 2º Quintil
308
273
247
213
-34,80
 3º Quintil
342
306
319
310
-10,46
 4º Quintil
438
474
458
446
1,69
 5º Quintil
978
989
1.024
925
-5,36
 10% Superior
1.215
1.210
1.372
1.156
-4,88
 TOTAL:
485
478
452
417
-14,23
FUENTE: Elaboración propia, en base a (Codutti, 2003:16).
La información disponible para el Gran Resistencia muestra también una gran desigualdad en la distribución del ingreso. En Octubre de 2001 el 50% de los hogares más pobres recibía el 22,6% del ingreso, en tanto que el 10% más rico acumulaba el 30,7% del ingreso.
Las condiciones de pobreza en el año 2001 afectaban al 45,6% de los hogares (108.980) y a 445.828 personas. Hacia el interior de este grupo el 21,5% de los hogares era indigente (51.384) y el 24,1% carenciado (57.598). A su vez, los hogares en riesgo constituían el 8,1% (19.359) y los hogares pobres e indigentes con menores de 18 años representaban el 59,4% y el 28,9%, respectivamente. El CUADRO Nº 11 muestra la evolución de los indicadores de pobreza, expresados en porcentaje, entre 1998 y 2001.
CUADRO Nº 11: Indicadores de pobreza.
HOGARES
AÑOS / PORCENTAJE
% Variación
Periodo 1998 - 2001
1998
1999
2000
2001
Pobres
44,8
42,7
42,9
45,6
1,87
Indigentes
15,1
15,5
16,6
21,5
41,29
Carenciados
29,7
27,2
26,3
24,1
-20,59
En riesgo
12,5
6,9
7,9
8,1
-63,77
Pobres con menores de 18 años
57,7
52,5
54,0
59,4
3,24
Indigentes con menores de 18 años
19,9
20,4
20,9
28,9
44,12
FUENTE: Elaboración propia, en base a (Codutti, 2003:16).
Esta situación se habría agudizado en el transcurso del 2002, estimándose que en la actualidad el 70% de la población del Chaco (689.112 habitantes) se encuentra en situación de pobreza, mientras que el 36,1% de este grupo (248.876 habitantes) es indigente (Lozano, en Codutti, 2003:17). Por su parte, otros estudios señalan que la población en situación de pobreza comprende a 529.136 habitantes, encontrándose en indigencia 156.889 habitantes (López, 2002, en Codutti, 2003:17). Otro indicador de esta situación es la existencia de 65.672 hogares (27,6% del total) y 323.354 habitantes (33% del total) con NBI (INDEC, 2002, en Codutti, 2003:17).

DESARROLLO HUMANO

El IDH mide la situación y el grado de avance registrado en esta materia en un país o región determinada y toma en cuenta indicadores referidos a tres dimensiones básicas: la longevidad, los conocimientos y el nivel de vida. Estas dimensiones se cuantifican a través de los siguientes indicadores: esperanza de vida al nacer; tasa de analfabetización de adultos; tasa de escolarización combinada en los niveles primario, secundario y terciario e ingreso per cápita estimado.
Según el último IDH la Argentina se ubica en el puesto 39° dentro del contexto mundial, observándose dos tendencias: un aumento sistemático de los valores del IDH y un retroceso dentro del ordenamiento de países (SIEMPRO, 2002, en Codutti, 2003:20). Ambas referencias señalan un progreso en materia de Desarrollo Humano pero a un ritmo inferior al alcanzado por otros países. En el caso de la provincia del Chaco el IDH es de 0,775 y equivale al 91,4% del IDH nacional (0,826) y al 86,9% del índice correspondiente a la Ciudad de Buenos Aires (0,892). Si la comparación se realiza entre las 24 jurisdicciones político - administrativas del país, el Chaco se ubica en el último puesto. El CUADRO Nº 12 muestra las brechas existentes entre los indicadores que conforman el IDH y los índices resultantes de su aplicación entre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (1º) y el Chaco (24º).
CUADRO Nº 12: IDH Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Chaco.
JURISDICCIÓN
INDICADORES
ÍNDICES
1
2
3
4
5
6
7
8
Buenos Aires
73,60
0,40
93,80
20.544,00
0,81
0,98
0,89
0,892
Chaco
69,40
11,40
69,50
6.711,00
0,74
0,82
0,70
0,775
Brechas
-4,20
11,00
-24,30
-13.833,00
-0,07
-0,16
-0,19
-0,117
FUENTE: (Codutti, 2003:20), sobre la base del Informe argentino sobre desarrollo humano 1999.
(1) Esperanza de vida al nacer; (2) Tasa de analfabetización de adultos; (3) Tasa de escolarización combinada en los niveles primario, secundario y terciario; (4) Ingreso per cápita estimado; (5) Índice de longevidad; (6) Índice de educación; (7) Índice del nivel de vida (8) IDH.

ASPECTOS ECONÓMICOS

EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA ECONOMÍA

La evolución del PBG entre 1995 y 1999, último año con datos disponibles, muestra que en este quinquenio la economía chaqueña decreció un 11,2%. Este comportamiento es atribuible a la fuerte caída registrada en el sector primario (61,8%) y secundario (22,5%), compensada, parcialmente, por el crecimiento observado del sector terciario (1,4%).
El descenso que se observa en la participación de los sectores primario y secundario, sumada a la baja incidencia que este último posee en la composición del PBG, pone de manifiesto la crisis por la que atraviesa la economía agraria y la escasa integración de las cadenas de valor, aspectos que repercuten en la capacidad de generación de valor agregado. Por otra parte, se observa un fuerte crecimiento, en términos relativos, en la participación del sector terciario que en los últimos años ha superando la media nacional que se ubica en torno al 66%.
La importancia relativa de los distintos sectores en la generación del PBG refleja el grado de desarrollo alcanzado por la economía chaqueña, como así también la involución de las actividades productivas primarias y secundarias registrada en los últimos años. Este comportamiento se visualiza con mayor claridad si se analiza la composición de la estructura sectorial de la economía en la última década.
CUADRO Nº 13: Estructura sectorial de la economía chaqueña (en porcentaje).
AÑOS
SECTOR PRIMARIO
SECTOR SECUNDARIO
SECTOR TERCIARIO
1990
21,42
16,89
61,99
1991
15,45
19,31
66,24
1992
12,34
13,00
74,66
1993
12,43
12,16
75,41
1994
13,65
12,41
73,94
1995
14,99
13,08
71,93
1996
14,06
13,32
72,62
1997
11,33
13,31
75,36
1998
7,95
13,21
78,78
1999
6,44
11,42
82,14
FUENTE: (Besil et al., 2001, en Codutti, 2003:22)
Los datos del cuadro anterior muestran que a comienzos de la década del ‘90 los sectores primario y secundario representaban el 38,31% del PBG, porcentaje que se redujo al 17,86% en 1999, evidenciando una pérdida del 20,45% en la participación de ambos sectores. Con relación al sector secundario, cabe señalar que su evolución está estrechamente vinculada con el comportamiento del sector primario debido a que las principales actividades industriales se basan en el procesamiento de productos originados en ese sector. La principal transformación observada, respecto a 1990, es la caída de la industria textil (46%) y el fuerte aumento de la industria de procesamiento de la madera (342%).
En cuanto a exportaciones provinciales, cabe señalar que entre 1990 y 1996 pasaron de 210 a 427 millones de dólares como consecuencia del incremento de los precios y el volumen exportado de fibra de algodón. El 42% de las exportaciones chaqueñas se concentra en productos primarios, fundamentalmente fibra de algodón, y el 55% en manufacturas de origen agropecuario, correspondiéndole la mayor participación a extractos tánicos y tintóreos. Las manufacturas de origen industrial representan sólo el 3% de las exportaciones y se concentran en productos químicos y textiles (Codutti, 2003:21 y 22).

INFRAESTRUCTURA BÁSICA

En la última década la dotación de infraestructura física y servicios sociales en la provincia de Chaco experimentó una evolución positiva que permitió estrechar, en parte, las distancias que la separaban del promedio nacional. El desarrollo y mejoramiento de la infraestructura estuvo asociado con el incremento directo de la inversión pública y su financiamiento a través de recursos presupuestarios provinciales, nacionales y, fundamentalmente, de organismos multilaterales de crédito (Codutti, 2003:23).
INFRAESTRUCTURA VIAL
Las principales rutas nacionales son la Nº 11, 16, 95 y 89. Las dos primeras constituyen vías troncales de articulación del territorio provincial en dirección Norte-Sur y Este-Oeste y lo comunican con el resto del país y países vecinos. La provincia cuenta con una extensa red terciaria de caminos rurales y vecinales, cuyo mantenimiento está a cargo de 98 Consorcios Camineros. En este sentido, cabe resaltar la importancia de esta figura como modelo de organización de los propios usuarios, la mayoría productores rurales, para el mantenimiento de la red vial. Los Consorcios Camineros constituyen personas jurídicas de derecho público no estatal, sin fines de lucro, integrados por vecinos de una zona determinada que aúnan esfuerzos y aportes económicos para la ejecución y conservación de los caminos, específicamente de las redes terciarias o vecinales y, excepcionalmente, de las redes primarias y secundarias (Codutti, 2003:23).
INFRAESTRUCTURA FERROVIARIA
Esta se asienta en la existencia de 900 Km. de vías pertenecientes al Ferrocarril General Belgrano (trocha de 1.000 mm) que lo vincula con las provincias del NOA, Bolivia (Yacuiba) y Chile (Iquique). Asimismo, el gobierno opera un servicio de transporte de pasajeros a través de la Empresa Servicios Ferroviarios del Chaco (SEFECHA), utilizando el trazado del Ferrocarril General Belgrano. Este servicio opera con tres ramales: Puerto Tirol - Barranqueras (Área Metropolitana), Resistencia - Los Amores (Santa Fe) y Presidencia Roque Sáenz Peña - Chorotis. Los dos últimos ramales constituyen una alternativa de comunicación para las áreas rurales, en particular en períodos de inundaciones, y en el 2002 este servicio transportó 450.000 pasajeros.
El estado de mantenimiento de la infraestructura ferroviaria es deficiente y el estado de las vías reduce la velocidad del servicio y son frecuentes los descarrilamientos, aspectos que provocan el incremento del tiempo requerido para el transporte de productos hasta los puntos de destino y el costo del seguro de las cargas (Codutti, 2003:23 y 24).
INFRAESTRUCTURA FLUVIAL
La provincia cuenta con el puerto de Barranqueras, localizado sobre el Río Paraná. Este puerto posee un calado mínimo 10 pies y una capacidad de movimiento de 500 toneladas / hora en el muelle. En la actualidad el puerto trabaja sobre la base del movimiento de 700 mil toneladas anuales, siendo los principales productos, en cuanto a la magnitud del volumen operado, mineral de hierro, arena, cemento, tanino, granos, carbón y fibra de algodón.
El puerto de Barranqueras se localiza en la Hidrovía Paraná - Paraguay que constituye la mayor arteria de comunicación fluvial y de transporte para los países del MERCOSUR y Bolivia (Codutti, 2003:24).
INFRAESTRUCTURA AÉREA
La provincia cuenta con un aeropuerto internacional en la ciudad de Resistencia en buen estado de mantenimiento y en 1998 se construyó un aeropuerto en Presidencia Roque Sáenz Peña que aún no cuenta con un operador regular para el transporte de pasajeros. Existen, además, siete aeródromos públicos menores distribuidos en distintos puntos del territorio provincial que pueden llegar a constituir una alternativa para el transporte de pasajeros y son utilizados actualmente como base de operación de empresas dedicadas a brindar servicios de pulverización aérea, aunque en la mayoría de los casos se utilizan pistas construidas en los predios para esta finalidad (Codutti, 2003:24).
INFRAESTRUCTURA DE SERVICIOS SOCIALES
La infraestructura de servicios sociales se ha extendido en cobertura geográfica y de usuarios en los últimos años pero la provincia continúa presentando serias deficiencias cuando se compara con la situación existente en otras áreas de mayor desarrollo relativo e, incluso, con algunas provincias de la región. Estas deficiencias se manifiestan a través de los indicadores de calidad de vida de la población, en especial en el estrato más pobre que se localiza en zonas rurales alejadas de los centros urbanos y que evidencian serías dificultades para el acceso a las prestaciones básicas.
AGUA POTABLE, EVACUACIÓN DE LÍQUIDOS CLOACALES Y RESIDUOS INDUSTRIALES
La prestación de este servicio está a cargo de SAMEEP (Servicio de Agua y Mantenimiento Empresa del Estado Provincial). Las localidades son abastecidas con agua potable a través de acueductos que toman el agua de los Ríos Paraná y Bermejo y la transportan a las plantas de potabilización y a los centros de distribución. Los acueductos poseen una extensión de 312 Km.: Barranquera - Resistencia (15 Km.); Barranqueras - Presidencia Roque Sáenz Peña - Villa Ángela (260 Km.) y Río Bermejo - General San Martín (28 Km.). Actualmente esta red de distribución de agua se encuentra superada en su capacidad de transporte.
En el 2001 el 18,6% de la población provincial (181.559 habitantes) contaba con servicios sanitarios conectados a la red pública de desagüe (CNPV ‘02, en Codutti, 2003:25). Estos datos difieren de los suministrados por SAMEEP que indican que la población con cobertura de servicios cloacales asciende a 220.000 habitantes sólo en Resistencia. Pese a las diferencias mencionadas, es notorio el déficit observado en la cobertura de este servicio (Codutti, 2003:25).
Para la población rural pobre, el 52% de las viviendas no tiene baño o retrete y el 38% de las mismas tiene la fuente de aprovisionamiento de agua fuera del terreno (PROINDER, 2000).
SERVICIO DE ENERGÍA ELÉCTRICA
Está a cargo de Servicios Energéticos del Chaco Empresa del Estado Provincial (SECHEEP) y el 98% de la energía consumida proviene del Sistema Interconectado Nacional, existiendo generación térmica en puntos aislados que también actúan como reserva fría. Además existen 17 cooperativas de servicios eléctricos que adquieren energía en bloque a SECHEEP para su posterior distribución.
El 46% de la facturación de las Cooperativas (5.200 MWh) es realizada a usuarios rurales, mientras que SECHEEP factura alrededor de 13.500 MWh adicionales. El consumo de energía eléctrica rural se incrementó en la última década, en consonancia con la extensión de las redes de distribución.
CUADRO Nº 14: Consumo de energía eléctrica clasificado por tipo de usuarios, en porcentaje.
TIPO DE USUARIO
%
Residencial
53,0
Comercial
16,3
Industrial
10,0
Rural
3,2
Otros consumos
17,5
FUENTE: Elaboración propia, en base a (Codutti, 2003:26).
Las áreas de influencia de Presidencia Roque Sáenz Peña, Villa Ángela, General San Martín, Charata, Las Breñas y Juan José Castelli concentran el 46% del consumo registrado para los usuarios rurales (Codutti, 2003:26).
Según el relevamiento realizado por PROINDER en el año 2000, el 80% de los beneficiarios del mencionado programa no cuentan con luz eléctrica.
INFRAESTRUCTURA SANITARIA
La provincia se organiza en seis Regiones Sanitarias y la infraestructura disponible, definida en función a su capacidad de resolución de problemas, se agrupa en las siguientes categorías: Nivel VI (3 hospitales); Nivel IV (5 hospitales); Nivel III (33 hospitales); Puestos Sanitarios "A" (27); Puestos Sanitarios "B" (274) y Centros de Salud (53) (Codutti, 2003:26). Los hospitales se concentran en las localidades con mayor cantidad de habitantes, mientras que los puestos sanitarios predominan en localidades con menos de 2.000 habitantes y en áreas rurales y los centros de salud poseen cobertura en los barrios de los centros urbanos.
La oferta de servicios públicos de salud en las diferentes regiones sanitarias, expresadas en dotación de camas, días / cama disponibles, pacientes / día e índice de ocupación se indica en el CUADRO Nº 15.
CUADRO Nº 15: Oferta de servicios hospitalarios.
REGIONES SANITARIAS
DOTACIÓN CAMAS
DÍAS - CAMA DISPONIBLE
PACIENTES DÍAS
ÍNDICE OCUPACIÓN
 Región I (Metropolitana)
492
185.630
112.792
60,8%
 Región I (Interior)
161
50.314
14.127
28,1%
 Región II
492
176.606
95.706
54,2%
 Región III
149
52.255
17.617
33,7%
 Región IV
208
74.993
22.405
29,9%
 Región V
167
62.040
22.881
36,9%
 Región VI
187
64.275
33.512
52,1%
 TOTAL:
1.856
666.113
319.040
47,9%
FUENTE: Proyecto ARG/01/011. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Oficina Argentina, en (Codutti, 2003:27).
En la provincia se observan desequilibrios entre la oferta de equipamiento hospitalario y la población demandante. A excepción de los dos hospitales de máximo nivel de complejidad que coinciden con las localidades con mayor cantidad de usuarios potenciales (Resistencia y Presidencia Roque Sáenz Peña), no se aprecia una relación entre el nivel de complejidad de los hospitales y la cantidad de usuarios. Algunas poblaciones con menos de 2.000 usuarios poseen hospitales de Nivel III (Nueva Pompeya, Laguna Limpia, Charadai), mientras que otras localidades con más de 3.000 usuarios no poseen hospitales (Miraflores, La Tigra, El Palmar) o servicios sanitarios privados (Ramírez, 2000, en Codutti, 2003:27).
En el 86,6% de las 58 áreas programáticas definidas por el Ministerio de Salud existe déficit de personal médico y el 64,2% presenta déficit de personal de enfermería hospitalaria. Esta es la mayor carencia con la que se enfrentan los usuarios del servicio hospitalario público. En determinadas áreas la distancia a recorrer para acceder a un hospital (de cualquier nivel) es superior a los 100 Km. y alrededor del 25% de los usuarios reside a más de 50 Km. de distancia del hospital más próximo (Ramírez, 2000, en Codutti, 2003:27). Las regiones más desfavorecidas en la atención sanitaria son el Noroeste, el Centro-Sur y el Sudoeste, que corresponden a territorios con baja densidad demográfica, donde a la insuficiente oferta de servicios hospitalarios se suma una exigua red de caminos que dificulta la accesibilidad espacial y temporal (Codutti, 2003:26 y 27).
INFRAESTRUCTURA EDUCATIVA
La participación del sector público en esta materia es muy importante en los niveles de enseñanza básica y media, situación que se manifiesta cuando se analiza la cantidad de establecimientos y de alumnos. El Chaco cuenta con 1.036 unidades educativas EGB 1 y 2, de las cuales el 95,6% son públicas (990) y el 4,4% privadas (46). El personal docente asciende a 11.457 agentes, siendo el 88,9% públicos (10.195) y el 11,1% privados (1.262) (Codutti, 2003:27).
No se registran graves desequilibrios entre la oferta de servicios educativos y la población demandante, aunque entre la población dispersa en campo abierto se observan dificultades para el acceso a los servicios educativos.
En las zonas rurales se ha avanzado en la construcción de establecimientos educativos con albergues, destacándose el desarrollo de complejos educativos de modalidad bilingüe intercultural en comunidades aborígenes. Las actividades en estos centros se desarrollan con un sistema de alternancia mediante el cual los alumnos viven en los albergues durante dos semanas, recibiendo instrucción teórica y práctica por parte de docentes aborígenes y no aborígenes, contando con un calendario diferenciado con el inicio de las clases en Junio, cuando la mayoría ya ha regresado de las cosechas. Dentro del sistema de alternancia, merecen destacarse las EFA’s.
CUADRO Nº 16: Escuelas de la Familia Agrícola. Localización, año de fundación, cantidad de alumnos años 2003, 2004 y egresados totales.
CEFFA
LOCALIZACIÓN
FUNDACIÓN
Nº DE ALUMNOS
2003
2004
Egresados
El Zanjón
Quitilipi
1994
256
141
49
Fuerte Esperanza
Fuerte Esperanza
1994
134
85
20
Cancha Larga
Las Palmas
1995
127
72
18
Salto de la Vieja
Colonia Elisa
1995
122
47
15
Santa Elena
Presidencia de la Plaza
1995
162
91
31
Loma Alta
Basail
1997
136
50
11
Colonia José Mármol
Campo Largo
1998
144
82
sin datos
FUENTE: Elaboración propia, en base a información de UAFACh.
INFRAESTRUCTURA HABITACIONAL
El sector rural pobre se encuentra prácticamente marginado del acceso a una vivienda digna. Las familias que habitan en el sector rural de la región lo hacen en viviendas inadecuadas, deficientes en el espacio disponible, con grandes carencias en techos, pisos y mampostería.
·         El 64% de las viviendas tiene menos de dos cuartos.
·         El 80% de las viviendas cuenta con menos de dos dormitorios.
·         El 30% de las familias tiene indicadores de hacinamiento, es decir hay más de tres personas por dormitorio.
·         El 19% de las viviendas tiene techo de materiales precarios (Cartón, caña, paja con barro).
·         El 70% tiene piso de tierra o ladrillo suelto.
·         El 44% de las viviendas tiene las paredes externas de adobe, madera, estera, chapas de metal o fibrocemento, chorizo, cartón o desecho (PROINDER, 2000).
Las condiciones habitacionales son precarias; la necesidad de una vivienda es una meta postergada y la respuesta del Estado a la demanda se reduce a la construcción de barrios urbanos, llave en mano, lo que hace que el campesino que aspira a tener una vivienda donde comer, dormir, hacer sus necesidades y protegerse del clima, se vea obligado a migrar del campo al pueblo o ciudad contribuyendo al éxodo rural. En el caso particular del sector rural pobre, las respuestas han sido poco efectivas, no han tenido continuidad ni sustentabilidad (Antonini y Martínez, 1999:1) y se construyen sin tener en consideración la identidad cultural ni al ser humano que la va a habitar, sino que lo que importa es la cantidad; las casas se construyen no bajo el concepto de hábitat sino de costo beneficio y de clientelismo político. Esto trae como consecuencia la promiscuidad, hacinamiento y deficientes condiciones de vida de este sector.
Pese a que en el periodo 1998 - 2002 se construyeron 15.880 viviendas en el ámbito provincial, continúan registrándose marcados déficit habitacionales, destacándose la ejecución de un programa de viviendas para productores rurales que ha realizado la entrega de 3.200 unidades habitacionales y regularizado la tenencia de la tierra de las familias que las habitan (Codutti, 2003:28).

EL SECTOR AGROPECUARIO Y FORESTAL

EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA ECONOMÍA AGRARIA
El CUADRO Nº 17 muestra la evolución de la participación relativa de las actividades que integran el PBG Agropecuario entre 1991 y 1999.
CUADRO Nº 17: Evolución de la participación relativa de las actividades agropecuarias.
Actividades
Años
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
Agricultura
73,9%
51,2%
51,7%
62,0%
70,6%
71,7%
58,3%
51,6%
48,7%
Ganadería
14,4%
36,3%
34,3%
24,0%
17,7%
15,8%
26,7%
19,6%
20,4%
Granja
5,8%
6,4%
6,4%
5,3%
4,5%
4,5%
5,6%
9,1%
9,6%
Silvicultura
5,6%
4,6%
6,1%
6,9%
5,1%
5,8%
7,7%
18,2%
19,7%
Servicios Agrícolas
0,3%
1,5%
1,6%
1,8%
2,2%
2,2%
1,7%
1,5%
1,6%
FUENTE: (Codutti, 2003:35), sobre la base de datos de la Dirección de Estadística y Censos de la Provincia del Chaco.
Estas variaciones están estrechamente relacionadas con el comportamiento de los precios de los productos agrícolas y las contingencias climáticas que afectaron a la producción. La evolución reciente del PBG Agropecuario muestra un fuerte descenso a partir de 1996, situación que ha provocado que el valor de producción sectorial de 1999 sea el equivalente al 95,8% del registrado al inicio de la serie analizada (1991). Al respecto, resulta necesario mencionar que está tendencia se habría agudizado en los años 2000 y 2001 debido al deterioro de los precios de los productos primarios (Codutti, 2003:34 y 35).
NIVELES TECNOLÓGICOS EN EL AGRO CHAQUEÑO
Los niveles tecnológicos del agro chaqueño puede caracterizarse a partir de la definición de las funciones de producción; la determinación de los rendimientos y los costos de producción para los rubros productivos más representativos y las diferentes Zonas Agro ecológicas Homogéneas (ZAH) (INTA, 2002, en Codutti, 2003:50), cuyas áreas de cobertura y principales características se mencionan a continuación:
ZAH 1 - Ganadería extensiva del Este: comprende los departamentos Tapenagá, Presidencia de la Plaza, Sargento Cabral, 25 de Mayo, San Fernando, Libertad, 1° de Mayo, Bermejo, General Dónovan y parte de los departamentos Mayor L. J. Fontana y General San Martín. El clima es subtropical húmedo-subhúmedo, las precipitaciones son menores en invierno, tendiendo a una estación seca en el oeste de esta subregión. El principal recurso alimenticio del ganado está constituido por pastizales, siendo inferior al 1% la superficie ocupada por pasturas cultivadas. Las explotaciones minifundistas cultivan algodón y han incorporando sementeras bajas y otras actividades, como apicultura, avicultura y producción porcina.
ZAH 2 - Mixta Bermejo: abarca el área central del departamento Libertador General San Martín. El clima es subtropical subhúmedo-húmedo y las tierras agrícolas se destinan a la producción de algodón, maíz, soja, sorgo granífero, hortalizas y tabaco. Las tierras de uso ganadero se destinan a cría, recría e invernada y existe una pequeña producción tambera. Estas actividades se realizan sobre pastizales nativos, pero con un importante aporte de pasturas (alfalfa, sorgo forrajero, dicantio, pasto elefante y pangola). Las explotaciones minifundistas cultivan algodón y tabaco, habiendo incorporando la apicultura.
ZAH 3 - Mixta Presidencia Roque Sáenz Peña: comprende los departamentos Mayor L. J. Fontana, O'Higgins, Comandante Fernández, Independencia, Maipú, Quitilipi y San Lorenzo. Las características físicas de los suelos dificultan el escurrimiento de las aguas, fenómeno agravado por la pérdida de infiltración y por las obras de infraestructura. Las tierras agrícolas se destinan al cultivo de oleaginosas, cereales y algodón y las tierras de uso ganadero a la cría, recría e invernada. Las explotaciones minifundistas cultivan algodón y maíz, además de realizar otras actividades como apicultura, avicultura, producción porcina y huerta familiar.
ZAH 4 - Mixta Las Breñas: abarca los departamentos 12 de Octubre, Chacabuco, General Belgrano, 9 de Julio, 2 de Abril y parte del departamento Independencia. Esta zona posee una alta variabilidad y elevada intensidad en las lluvias, a lo que se suman las características físicas de los suelos que determinan una baja recarga del perfil en el verano. Las explotaciones minifundistas se dedican a la actividad caprina, cuyos productos se destinan al mercado local, la apicultura y el cultivo de algodón y maíz.
ZAH 5 - Mixta Salteña: comprende los departamentos Almirante Brown y General Güemes en su zona norte. Esta región abarca áreas con graves limitaciones de suelo y/o clima que no permiten la implantación de cultivos y pasturas, excepto en algunas áreas de la zona este, donde las condiciones son menos severas. Las explotaciones minifundistas se dedican a la actividad caprina y a la ganadería bovina de monte (Codutti, 2003:49 y 50).

ESTRUCTURA Y DINÁMICA DEMOGRÁFICA EN ÁREAS RURALES

En cuanto a la estructura por sexo de la población rural, cabe señalar que el índice de masculinidad es sensiblemente más elevado que el estimado para el conjunto de la población provincial (121,8 frente a 99,8), y sería producto de un proceso migratorio femenino más acentuado que el masculino. Por otra parte, el índice de masculinidad de la población rural de la provincia es superior al registrado para el país en su conjunto para la población dispersa en campo abierto (117).
La población rural masculina asciende a 89.240 habitantes (54,9% del total), mientras que la población rural femenina es de 73.277 habitantes (45,1%). El CUADRO Nº 18 muestra la estructura de la población rural por sexo, en valores absolutos y relativos para las diferentes micro regiones, así como el índice de masculinidad para cada unidad de organización territorial (Codutti, 2003:101 a 105).
CUADRO Nº 18: Estructura de la población rural por sexo y micro regiones.
MICRO REGIONES
VARONES
MUJERES
ÍNDICE MASCULINIDAD
Cantidad
%
Cantidad
%
Sudoeste Chaqueño I
9.497
10,6
7.952
10,9
119,4
 Sudoeste Chaqueño II
12.603
14,1
10.112
13,8
124,6
 Centro - Este
20.988
23,5
17.635
24,1
119,0
 Oriental Chaqueña
10.120
11,3
8.212
11,2
123,2
 Norte
9.218
10,3
7.483
10,2
123,2
 Impenetrable
20.586
23,1
17.165
23,4
119,9
 Oeste
6.228
7,0
4.718
6,4
132,0
 TOTAL:
89.240
100,0
73.277
100,0
121,8
FUENTE: (Codutti, 2003:105), con datos de la Dirección de Estadísticas y Censos del Ministerio de Economía del Chaco.
LA POBREZA RURAL
A pesar de que el crecimiento con equidad, la participación popular y la sostenibilidad son postulados que están presentes en Latinoamérica, el análisis empírico arroja un resultado desalentador. Ningún país de la Región logró el crecimiento económico con niveles aceptables de equidad social. La crisis de los años ‘80 y los programas de ajuste estructural provocaron el estancamiento económico y la pobreza, especialmente en el sector rural.
Conforme a los datos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) la magnitud de la pobreza en los hogares rurales en 1990 llegó al 53% y dentro de ese porcentaje un 30% correspondió a indigentes, es decir a aquellos cuyos ingresos son inferiores al costo de una canasta básica de alimentos.
La pequeña agricultura, que ocupa un 20% del total de las tierras incorporadas al agro en América Latina, contribuyendo con sus propias semillas y tecnologías y trabajando en las peores tierras, produce una parte importante de los alimentos que se consumen en la Región. A mediados de la década de los años ‘70, el 41% de la producción agrícola destinada al consumo interno estaba realizada por los pequeños agricultores que producían, además, un 32% de los bienes agrícolas exportables. Esto ocurre claramente en los ecosistemas frágiles de la Región, hacia donde han quedado relegados los pobres, particularmente mujeres (minifundistas, campesinos marginales, trabajadores agrícolas sin tierra, trabajadores de las plantaciones, pequeños pescadores), en su lucha por la subsistencia. La pobreza generalizada en el sector es muchas veces causa pero también consecuencia del agotamiento de los recursos naturales y de la desnutrición.
Las transformaciones económicas ocurridas en el país en la década del '90, entre las que se destacan la apertura e integración comercial, la eliminación de subsidios abiertos o encubiertos, la modernización y el cambio tecnológico de la agricultura empresarial, produjeron modificaciones en las relaciones sociales de las cadenas de valor de base agraria. Estos cambios afectaron tanto a la pequeña y mediana producción agropecuaria que por una cuestión de escala, costos y precios relativos evidenció serias dificultades para insertarse competitivamente en la economía, como a los trabajadores rurales que enfrentaron una reducción de sus posibilidades de ocupación y un aumento de la precarización de las relaciones laborales, aspectos que se manifestaron en el deterioro de la calidad de vida (Codutti, 2003:106).
Pero, amén de los cambios mencionados en el párrafo anterior, que es un análisis de contexto economicista, se debe marcar que en el mismo periodo hubo un cambio profundo en la institucionalidad pública, donde el Estado se retiró, haciendo que el mercado quede libre como los lobos. Los campesinos con sus viejas estructuras organizativas –y las instituciones que los asesoraban- no pudieron o no supieron dar una respuesta oportuna al contexto, las comunidades empezaron a fragmentarse rápidamente, hubo recortes sociales, la política social pasó por una orientación neoconservadora, las identidades sufrieron el impacto de una modernización excluyente, se debilitó la cohesión social y aumentó el grado de complejidad, que hizo al Estado y la sociedad más débil para procesar sus demandas crecientes. De ello se deriva, como acumulación de problemas generados en el sistema, impactos negativos en la calidad de vida (Jara, 2005).
La modernización tecnológica observada en el cultivo de algodón, actividad que constituía en el pasado reciente la principal fuente de empleo rural, pone de manifiesto la relevancia de este fenómeno. La zafra algodonera ocupaba, a inicios de la década del '90, a 57.000 trabajadores transitorios. La incorporación de la cosecha mecánica, conjuntamente con la caída del área sembrada registrada en el último quinquenio, produjo una reducción de la demanda a no más de 10.000 trabajadores transitorios.
Este incremento de la tecnología mecanizada produce exclusión social, ya que no hay políticas de empleo, los más vulnerables son los segmentos menos calificados. Si no hay una ampliación del alcance y la extensión de los sistemas de aprendizaje, los expulsados no tienen oportunidad de ingresar al sistema.
Otra característica de la crisis ha sido el surgimiento de un nuevo grupo social rural empobrecido, constituido por los productores familiares que se han descapitalizado y se encuentran endeudados con entidades bancarias y proveedores de insumos y bienes de capital. Este endeudamiento fue impulsado por el propio Estado, quien a través del entonces presidente Menem[10], prometía que quienes incorporaran tecnología y aumentaran la producción recibirían todo el apoyo del gobierno (Giarraca, 2001:133), de manera que esta situación de endeudamiento fue resultado de políticas concretas: convertibilidad y su consecuente disponibilidad monetaria, aumento o disminución de las tasas de interés, etc. A todo esto se sumaban unas grandes inestabilidades de los mercados internacionales –las crisis de Méjico, la asiática, las de Rusia y Brasil-, los vaivenes de los precios agrícolas, y un Estado que decidió no tener políticas activas para los pequeños y medianos productores; o lo que es igual, un fuerte sesgo en materia de concentración empresarial (Giarraca, 2001:147).
De este modo, al segmento de la pequeña producción de subsistencia se sumó el empobrecimiento de la producción familiar capitalizada, principalmente aquella que basaba sus ingresos en el cultivo de algodón. La pequeña producción mantuvo su tamaño original, mientras que el grupo de los nuevos pobres rurales, al ser más sensible a las variaciones de los ingresos prediales, resulta más dinámico en términos del tamaño de las explotaciones. Este grupo constituye un universo de familias provenientes de otros segmentos sociales, con historias culturales y económicas diferentes, por lo que sus necesidades y demandas conforman un amplio espectro que se traduce en una heterogeneidad de carencias.
Los pequeños productores en situación de pobreza producen en condiciones de escasez de recursos naturales (cantidad y calidad de tierra) y capital, siendo el rasgo fundamental la predominancia del trabajo familiar. Los ingresos familiares se complementan con el desarrollo de actividades extraprediales en explotaciones agropecuarias empresariales y la ocupación transitoria o permanente de algunos integrantes de la familia en centros urbanos. Esto es importante, la multiactividad que desarrolla el núcleo familiar, ya que lo que produce la finca no es suficiente para la reproducción de la familia, de manera que se ven obligados a realizar múltiples actividades. Esto nos indica:
1.       Una nueva estrategia o estructura productiva.
2.       La señal de un proceso de descomposición de la unidad familiar (Jara, 2005).
La precariedad de la tenencia de la tierra es otra condición muy difundida entre los pequeños productores. A las situaciones tradicionales de ocupación, con o sin permiso, de tierras fiscales o privadas y las diversas formas de contrato agrario, se suman los adjudicatarios de tierras fiscales con títulos provisorios, las sucesiones indivisas y las explotaciones que carecen de límites definidos, las que en su mayoría pertenecen a productores aborígenes y a criollos.
Esta situación de falta de seguridad en la tenencia de la tierra impide a los campesinos el invertir en mejoras en el predio; por un lado por la inseguridad mencionada, y por otro, porque para acceder a una fuente de financiamiento que les permita realizar esas mejoras, se les exige ser titular de la tierra, lo que se convierte en un círculo vicioso. Esto hace asimismo que el productor tampoco se vea motivado a realizar un manejo sustentable de los recursos naturales.
La situación de pobreza de los hogares rurales se agudiza en la medida en que aumentan las limitantes agro ecológicas para la producción. Así, los hogares localizados en la región occidental de la provincia presentan una mayor incidencia de NBI que los hogares localizados en la región oriental. En el primer caso las familias sobreviven en un sistema ecológico frágil, a lo que se suma la menor disponibilidad de servicios de infraestructura social y de apoyo a la producción.
Los ingresos económicos de los pequeños productores pobres se caracterizan por su precariedad e inestabilidad. Con muy poca tierra, en muchos casos de baja calidad, escasa infraestructura productiva y sin posibilidades de acceso a tecnologías apropiadas, la mayoría sobrevive gracias a una economía de subsistencia dependiente de los ingresos derivados de la venta en el mercado de productos que, en la mayoría de los casos, compiten con los provenientes de la agricultura empresarial. El volumen de producción generado por este estrato puede considerarse marginal desde el punto de vista de su aporte a la economía provincial pero reviste una gran importancia social debido a la cantidad de familias involucradas para las que representa la provisión de alimentos y su fuente de ingreso monetario (Codutti, 2003:106 a 108).
Si bien desde un punto de vista capitalista, este busca que todos los sectores de la producción le sean funcionales para acumular, aquí tenemos un importante y no tan pequeño segmento poblacional que solamente puede sobrevivir por sus propios medios y desde su propia sabiduría, en un medio difícil, para lo cual las políticas deberían ser afirmadas en otros conceptos de buen vivir o bien vivir, para darle mayor sostenibilidad a esta situación, dignamente.


[1] El PSA fue creado el 07-04-93 por la SAGyP, por Resolución 158/93, y el PROINDER comenzó a ejecutarse en el año 2000 en la provincia del Chaco.
[2] Más allá de las diferencias conceptuales en su definición, en este trabajo se utilizarán indistintamente como sinónimos los términos productor minifundista, productor campesino o pequeño productor.
[3] Datos al 13-03-03.
[4] Durante el periodo Octubre 2000 a Septiembre 2002.
[5] Estos proyectos fueron financiados a través del Componente Fortalecimiento Institucional para las Políticas de Desarrollo Rural, que es ejecutado por la Dirección de Desarrollo Agropecuario de la SAGPyA.
[6] Este agrupamiento es dinámico y con posterioridad se efectuaron algunos cambios de municipios a otras micro regiones, como es el caso de Presidencia Roque Sáenz Peña a la micro región Oeste y de los municipios de Capitán Solari y Colonia Elisa a la micro región Centro Este.
[7] La mención de un mismo departamento en distintas micro regiones obedece al hecho de que municipios ubicados en un mismo departamento se encuentran integrados a diferentes micro regiones.
[8] Las casas tipo B cumplen por lo menos con una de las siguientes condiciones: tienen piso de tierra o ladrillo u otro material o no tiene provisión de agua por cañería dentro de la vivienda o no disponen de inodoro con descarga de agua. El rancho, propio de áreas rurales, tiene generalmente paredes de adobe, piso de tierra y techo de paja o chapa. La casilla está construida con materiales de baja calidad o desecho (INDEC, 2001 en Codutti, 2003:13).
[9] Total de muertes según el rango de edades que figura en tabla; no incluye las muertes en edad superior a los 64 años.
[10] Carlos Saúl Menem ocupó la presidencia de la República Argentina durante dos periodos consecutivos, comprendidos entre el 08-07-89 al 10-12-99.

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