Nota enviada al Inspector
Seccional de Escuelas el 23 de septiembre de 1954 por el Sr. Roberto Alfredo
Castro, maestro de la Escuela Nº 470 de El Palmar (por entonces Cañada Liva del
departamento Martínez de Hoz), quien no poseía título docente y trabajaba en
doble turno, entre los años 1953 y 1956. Desde el 30 de marzo de 1954 estuvo a cargo
de la dirección de la Escuela Nº 470, como personal único:
“Es para mí un placer poder dirigirme al Sr. Inspector a fin de elevar
mi renuncia al puesto de maestro a cargo de la dirección del establecimiento
educacional de la zona.
Tengo un gran honor al desempeñar este puesto,
traté de hacer algún trabajo para bien de mis chicos queridos y amados vecinos,
pero la honestidad me dice que no debo seguir aquí, pues en lo que va de este
año adelanté muy poco en cuanto a métodos, procedimientos y recursos didacticos.
En lo que se refiere al trabajo hicimos que se nos
done un banco, pintamos puertas y ventanas, se alambró las 6 (seis) hectáreas
que corresponden a esta escuela, se nos donó un mástil de 9 (nueve) metros, se
creó la huerta escolar, se levantó la cancha de foot-ball para el vecindario,
se hizo cambió el techo de la dependencia destinada a cocina, se elevó a
Patrono de la única aula al General José de San Martín y lo más importante se
creó el curso nocturno para adultos (sin autorización oficial). Curso que
funciona desde hace 3 (tres) meses con horario de 20 a 2230 y con un
alumnado que llega a la agradable cantidad de 22.
Por lo tanto ruego al Sr. Inspector que se me
acepte la renuncia, porque yo podría prometer estudiar en las vacaciones pero
la realidad es que el adelanto de mis chicos es muy poco aunque desearía
enseñarles mucho más.
No abandonaré este trabajo donde mi destino me
trajo hasta tanto envíen la persona que me reemplazará.
Estimaré mucho que no se le comunique la presente
a ningún vecino en el caso de ir a esas oficinas ni tampoco aceptar pedidos de
los mismos a fin de que la presente no siga el curso que le corresponda.
Maestro de corazón seré toda mi vida.
Espero una contestación afirmativa, aunque si es
negativa trataré por todos los medios de seguir sirviendo a mi Patria.
Sin otro particular y esperando que Dios guarde y
bendiga al señor Inspector lo saludo con la mayor consideración.”
Como homenaje a los maestros que hicieron
grande nuestra Patria, maestros que tenían la grandeza de reconocer sus
falencias.
Extraído del Libro de Asientos de Inspección de la Escuela Nº 470
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