jueves, 20 de abril de 2017

LA ABUELA FRANCISCA



LA ABUELA FRANCISCA
No es mucho lo que se conoce sobre la abuela Francisca, abuela de quince generaciones. No se sabe cuál era su verdadero nombre, ya que los conquistadores la bautizaron Francisca; se puede presumir que nació antes de 1520; se sabe que pertenecía al pueblo guaraní, originarios habitantes de lo que luego sería el Paraguay, pueblo que habitaba densamente la ribera oriental del río, pueblo agricultor de origen brasílido o amazónido, asentados en grandes “tekoha guasu” (grandes aldeas). Estos, que ya tenían noticias de los españoles, conocían el poder de la pólvora y mostraron sumo interés en tenerla de su lado para defenderse o atacar a los pobladores de la ribera occidental del río Paraguay, los guaycurúes y payaguáes, de origen pámpido, nómades cazadores-recolectores y dedicados al pillaje de las aldeas guaraníes; conocían también el metal andino y lo ambicionaban por sus propias razones.
A comienzos de 1535, Juan de Ayolas explora el Paraná en busca del Perú remontando el río Paraguay; allí, junto con trescientos españoles varones, se establece gracias a relaciones amistosas con el cacique cario, Arambare. En aquel asentamiento, sobre la margen oriental del río Paraguay, se afirmará, para siempre, el 15 de agosto de 1537, el campamento español que luego sería la ciudad de Asunción. La amistad hispano-guaraní se labró sobre las siguientes bases:
A los españoles les era indispensable un asentamiento seguro para aprovisionarse de alimentos y madera. El primer pedido de Arambare para proveer asiento, comida y mujeres, fue la realización conjunta de una batida armada al territorio vecino del Chaco, contra sus temidos enemigos, los guaycurúes y payaguáes.
De acuerdo a las leyes de la reciprocidad guaraní, las mujeres fueron ofrecidas a los recién llegados en calidad de esposas; éstos se “casaron” poligámicamente con varias mujeres cada uno, llegando algunos a varias decenas. Estas uniones posibilitaron, a cada español, que una multitud de “tovaja” (cuñados), los beneficiaran con su generosidad.
Se supone que Pedro Juan de Santa Cruz, un castellano español nacido aproximadamente en 1510 en Toledo, integraba la expedición de Ayolas y se habría casado con Francisca entre 1537 y 1539, ya que, en este año, surge el primer motín de los guaraníes asunceños, hartos de que la alianza parental, sagrada para los guaraníes, fuera convertida por los españoles en una progresiva dominación y despotismo violento: La prestación del trabajo se hizo coercitiva, el trato a las mujeres desconsiderado, el respeto a los territorios se convirtió en invasión y ocupación; este levantamiento terminó con una delación y el ajusticiamiento de diez caciques.
Del matrimonio de Francisca y Pedro nació María de Santa Cruz, quien se casó con Bartolomé González De Villaverde y fue la madre de Roque González de Santa Cruz, fundador, entre otras reducciones, de Yapeyú y primer santo criollo de la Iglesia Católica.
Francisca habría muerto después de 1537, presumiblemente en Asunción.
Gerardo Roberto Martínez
19 de abril de 2017

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