SE FUE PELÉ CABAÑAS
Mirarlo era verlo a Edson Arantes do Nascimento. De allí
el apodo que lo acompañó durante toda su vida: Pelé. Genaro Cabañas, “con s al final, porque cabaña es donde se crían
los toros”, solía aclarar, nació en Paraguay un 9 de julio, hijo de una
mujer paraguaya y de un padre con ascendencia brasilera, heredero quizás de
algún combatiente de la triste guerra fraticida. Campesino defensor de sus
derechos, fue perseguido por la dictadura estronista y siendo muy chico, debió
emigrar a la Argentina, donde se radicó trabajando de peón en el departamento
Pilagas, en la zona de Villa Real. Allí formó su familia, allí trabajo con un veterinario
que luego fue gobernador de la provincia, con quien enriqueció sus saberes en
el tratamiento de los animales. Allí fue donde tuvo que pelear por su tierra,
cuando alguno quiso echarlo del lugar donde había armado su chacra, donde había
hecho su casa.
Se nacionalizó argentino e instalado en Vista Alegre, se
sumo al trabajo de la comunidad para construir una escuela y una vez construida
la misma, para conseguir un maestro, esfuerzo que pudieron concretar hacia la
mitad de la década del ’80. Fue un impulsor del consorcio de mecanización rural
e integró el Grupo Vista Alegre, asistido por el Proyecto de Desarrollo de
Comunidades Rurales que llevaba adelante la Parroquia Inmaculada Concepción de
El Espinillo. Allí lo conocí, como dirigente campesino, cuando realice mi
primer trabajo profesional en esa zona. Allí nos hicimos amigos y compartimos
largas charlas.
Fue presidente de la Asociación de Pequeños Productores
Campesinos de El Espinillo, recuerdo sus llamamientos a la organización y a la
unidad de los pequeños productores:
“Jareko
hina mombo opakatu kuera junto
kuera soga ha ninguno oreko hina
hacerse pe aikove ha mongu'e. Opakatu
kuera tiramos sỹi, opakatu kuera junto kuera jaha poderpe ĩ porãve rõ”
(Tenemos que tirar todos juntos de la soga y ninguno tiene que hacerse el
vivo y aflojar. Si todos tiramos parejo, todos juntos vamos a poder estar mejor).
Nunca
se calló cuando se trató de defender los derechos de los campesinos. Por este
motivo fue relegado de muchos lugares, pero nunca se doblegó: “Dejen que el
gato negro siga maullando en el monte” había dicho un dirigente político de la
zona: “Nahániri ahata hasẽ
mbarakaja pe yvyty, ahata momohe
rugiendo pe” (No voy a maullar
en el monte, voy a seguir rugiendo), contestó Pelé.
Cuando murió su madre en Asunción, viajó para despedirla
y fue detenido y encarcelado por la dictadura paraguaya, acusado de no votar en
las elecciones, aunque la realidad era por su oposición al régimen stronista.
El 16 de diciembre a la noche, regresando de Laguna
Blanca hacia El Espinillo, un vehículo lo atropello y lo mató en el acto,
dejando muy grave a su hija, que lo acompañaba.
Una semana antes estuve en El espinillo y no pude verlo
porque el camino hacia su casa estaba intransitable. No pude saludarlo, no pude
tener una última charla con él. No pude compartir otro largo tereré, pero me
queda su recuerdo de luchador campesino, su ejemplo de no bajar nunca los
brazos, sus muchas enseñanzas acerca de cuándo y porque se debe realizar cada
práctica en el campo, me queda su enseñanza de amor a la tierra:
“Pe yvy ha'e ñáne
tekove, upévare pe ñapysyrõ. Pe yvy ñande omongaru, ñande ome'ẽ hina akotevẽ akue opyta ikove, ñande
ome'ẽ materiale kuera opyta japo ñáne óga, ñáne tembipuru kuera. Peteĩ
okaraygua yvy ỹre ha'e peteĩ
manova/papyre hina oiko”.
(La tierra es nuestra vida, por eso la defendemos. La tierra nos alimenta,
nos da los que necesitamos para vivir, nos da los materiales para hacer nuestra
casa, nuestra herramientas. Un campesino sin tierra es un muerto que anda).
Genaro Cabañas, amigo Pelé, descansa en paz
Gerardo Roberto Martínez
Presidencia de la Plaza (Chaco); diciembre de
2015
Lo conocía como todos aca en El Espinillo, Pelé,vacunador del Senasa,llegué a ser su amiga a través de la flia Escobar -Miers,Hace unos años me dio a dos de sus hijos Efraín y Roberto como ahijados de bautismo.
ResponderEliminarHoy Romina también lo acompaña en ese lugar de donde ya no hay regreso.
Vivirán en la medida que lo recordemos.
Natalia Coccs
Gracias Natalia por tus recuerdos. Bien decís:"Vivirán en la medida que lo recordemos".
Eliminar