viernes, 6 de marzo de 2015

DÍA DE LA MUJER, DÍA DE RECORDACIÓN



DÍA DE LA MUJER, DÍA DE RECORDACIÓN
Cada 8 de marzo se celebra el Día de la Mujer. Día que el afán mercantilista colocó como un día de celebración, cuando en realidad es un día de recordación por las mujeres que lucharon -y en muchos casos murieron asesinadas- por defender sus derechos. Es un día para recordar que las mujeres fueron y son protagonistas de la historia, pero, salvo excepciones, casi todas ocuparon un segundo plano -cuando figuraron- o “no existieron”, en el peor de los casos.
Juana Paula Manso de Noronha, luchadora por los derechos de la mujer, acompañó a Sarmiento en su tarea de promover la educación libre, gratuita y laica. Alicia Moreau de Justo, quien en 1914 se recibe de Doctora con Diploma de Honor y en 1910 participa en el Congreso Feminista Internacional, presidido por la primera médica de Latinoamérica, Cecilia Grierson.
Juana Azurduy, Macacha Güemes, Bartolina Sisa, Manuela Sáenz; son algunas de las tantas heroínas de la Independencia Latinoamericana que durante años no figuraron en la historia.
Es un día para recordar que aún tenemos deudas que saldar. Al asumir su presidencia Raúl Alfonsín, su Gabinete estuvo íntegramente compuesto por varones, hoy al gabinete de Cristina Fernández lo integran cuatro mujeres.
La composición de las Cámaras de Senadores y Diputados de la Nación en los periodos 2007 al 2013 está integrada por un 38% de mujeres, en promedio. En las legislaturas provinciales, aunque también se aplica la ley de cupos, únicamente en diez de ellas las mujeres alcanzan o superan el 30% de las bancas.
En el Chaco solo el 16% de las intendencias son ocupadas por mujeres.
En la Secretaría de Agricultura Familiar de la Nación existe fuerte presencia masculina en el personal: solo el 36% del personal es femenino. Similar porcentaje hay dentro del INTA: a nivel nacional el  37% es personal femenino; en el Centro Regional Chaco Formosa esta presencia es del 26%. Cabe destacar que solamente una dirección regional del INTA está a cargo de una mujer, precisamente en la región Chaco - Formosa, ocupada por la Ing. Diana Piedra.
Lejos aún estamos de la deseable igualdad, pero la lucha de las mujeres fue conquistando derechos. En 1947 se instituyó el voto femenino; en nuestro país, hasta la reforma constitucional de 1949, que reconoció derechos civiles a las mujeres, estas no existían jurídicamente y su vida consistía en pasar de ser “la hija de…” a “la esposa de…” para finalizar siendo “la madre de…”.
Fuimos el primer país del mundo que incorporó la ley de cupos a su legislación en 1991, estableciendo que en las listas electorales hubiera al menos un 30% de candidatas mujeres. Algunos partidos políticos han establecido la representación igualitaria, alternando las listas con nominaciones de varones y mujeres.
En 2009 se creó la Asignación Universal por Hijo y a partir de 2011, las prestaciones se complementaron con la Asignación Universal por Embarazo. Esto cumple el sueño de Evita que decía: “Pienso que habría que empezar por señalar para cada mujer que se casa una asignación mensual desde el día de su matrimonio. Un sueldo que pague a las madres toda la nación y que provenga de los ingresos de todos los que trabajan en el país, incluidas las mujeres. Nadie dirá que no es justo que paguemos un trabajo que, aunque no se vea, requiere cada día el esfuerzo de millones y millones de mujeres cuyo tiempo, cuya vida se gasta en esa monótona pero pesada tarea de limpiar la casa, cuidar la ropa, servir la mesa, criar los hijos, etc.”.
Vivimos en una sociedad machista, aunque diga ser igualitaria; vivimos en una sociedad segregacionista, aunque diga ser integradora. Mucho se avanzó en cuanto a reconocimiento de derechos, sin embargo queda aún mucho por realizar. Pese a las conquistas, siguen existiendo actitudes machistas. El chiste procaz, la mirada aviesa, la discriminación siguen estando presente, tal vez no porque quien asuma estas actitudes sea especialmente machista, sino porque la sociedad en su conjunto tiene una matriz cultural machista.
Debemos continuar los esfuerzos para construir una sociedad integrada e integradora, hay que derribar los muros que se han construido. El muro que prohíbe actitudes cariñosas, el muro que indica que los hombres no deben llorar, el muro que prohíbe mostrar afectos. La sociedad que se debe construir es una sociedad para que se pueda vivir en equidad, se pueda vivir en libertad, se pueda vivir en democracia participativa, se pueda vivir en alteridad cultural, se pueda vivir con identidad; porque se quiere vivir en una sociedad y un mundo donde se pueda ser un ser humano alimentado, nutrido, sano, tranquilo, amoroso, comprometido.
Gerardo Roberto Martínez
Presidencia de la Plaza (Chaco); 06-03-2015

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