A 39 AÑOS DEL GOLPE CÍVICO-MILITAR
Se cumplen hoy 39 años del derrocamiento del gobierno constitucional de
María Estela Martínez de Perón. Este atentado contra la democracia, que fuera
ejecutado por las Fuerzas Armadas que violaron el mandato constitucional de
defender la Patria, fue planificado por los grupos concentrados de poder
económico, con la complicidad de sectores gremiales, políticos y eclesiásticos;
contando con el apoyo de los grandes medios de comunicación y de la Embajada de
Estados Unidos.
Este golpe contra la democracia no se realizó porque sí. Fue realizado para
imponer por la fuerza –única manera de hacerlo-, un modelo económico que
beneficiara a un grupo reducido. Y para imponer ese modelo fue preciso acallar
las protestas obreras, la oposición política, el pueblo movilizado.
Argentina en aquellos años tuvo la mayor distribución de la riqueza: 50%
para el capital, 50% para el trabajo, valores de los cuales hoy estamos muy
cerca. Para destruir ese modelo económico distributivo y poder imponer un
modelo concentrado, fue necesario acallar al pueblo organizado: cárcel, exilio,
desaparición y/o muerte era el destino que se impuso para quienes pensaran
diferente por parte de quienes se creían los dueños de la vida y el destino de
los argentinos.
Ese modelo económico que empezó en 1976 no pudo ser cambiado durante el
gobierno de Raúl Alfonsín, fue profundizado durante el memenismo y terminó
estallando en el 2001.
Pasaron más de dos décadas para que pudiéramos cambiar el rumbo de la
historia. Hoy hemos recuperado la capacidad para debatir ideas, para poder entender
que quien piensa diferente no es el enemigo. Hoy podemos discutir sobre nuestra
propia historia, aprendiendo que cuanto más democrática es una sociedad,
mayores versiones tiene sobre su propia historia.
Podemos defender nuestros derechos, aprendiendo que nuestros derechos no
deben avasallar los derechos de los demás.
Hoy podemos recordar y hacer memoria. Un mural en el colegio secundario de
nuestro pueblo nos recuerda la negra noche dictatorial.
En tiempos
en que todavía hay quienes reivindican el terrorismo de estado, que acusan a un
gobierno democrático de dictadura, que defienden los postulados e intereses de
los grupos económicos, que nos costó no saber el destino de la mayoría de las
30 mil víctimas, solamente el hecho de mantener viva la Memoria nos llevará a
poder hacer Justicia con aquellos que se adueñaron de la vida de niños,
adolescentes y jóvenes, tenemos el deber de ejercer la defensa a ultranza de la
Verdad. Esa Verdad que se comenzó a plasmar con las Madres y Abuelas, con el
“Nunca Más”, con el juzgamiento a las Juntas, con la profundización de la
política de derechos humanos a partir de Néstor y Cristina Kirchner, en donde
el hecho de ordenar que descuelguen el cuadro del genocida Videla marco a fuego
definitivamente que en el país mandaba la política no las corporaciones y que
la Justicia era para todos.
Debemos redoblar esfuerzos trabajando, estudiando, organizando, militando
para que el sufrimiento y la sangre de los presos, de los exiliados, de los
muertos, de los desaparecidos no haya sido en vano.
Gerardo Roberto
Martínez
Presidencia de la
Plaza; 24 de Marzo de 2015
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