EL GUARDAPOLVO BLANCO NOS IGUALA
Aunque todos lo hemos usado, aunque todavía se usa, no
todos sabemos que fue por disposición del presidente Hipólito Yrigoyen que
todos los escolares del país usaran el delantal blanco, para de esta forma
emparejar la vestimenta de los niños, simbolizándola igualdad ante la escuela.
La igualdad de todos ante la ley, la defensa por parte
del Estado de los sectores más desprotegidos, fueron banderas que defendió este
abogado, comisario, estanciero, profesor, dos veces diputado nacional, nacido
en Buenos Aires el 12 de Julio de 1852, primer presidente electo por sufragio
universal masculino y secreto, primer presidente reelecto en 1928 y primer
presidente constitucional en ser derrocado por un golpe cívico-militar. Nacido
en una familia de clase media baja, a fines del Siglo XIX era uno de los
hombres más acaudalados del país, merced a sus estancias y campos. Sobrino de
Leandro Além, no dudó en acompañar a este en la lucha armada en defensa de sus
ideales. Participó de las revoluciones radicales de 1890 y 1893, financiando y
conduciendo una fuerza de 8 mil hombres; encabezó la revolución de 1905, que
consiguió la sanción de la Ley Sáenz Peña, que lo llevaría a la presidencia de
la República.
Su gobierno se caracterizó por llevar adelante políticas
emancipadoras. Encaró la reforma patrimonial, para lo cual trabajó para detener
la dilapidación de la tierra pública, rescatar la que había sido ilegítimamente
enajenada y defender del despojo al pequeño productor.
En legislación rural llevó adelante proyectos de fomento
de la colonización y locación agrícola ganadera, cooperativas agrícolas, juntas
arbitrales de trabajo agrícola, defensa de la población trabajadora y código
rural, inembargabilidad de los útiles de labranza y créditos hipotecarios para
pequeños productores para la compra de tierras.
Durante su gobierno, por primera el Estado se convirtió
en único vendedor en el exterior de las cosechas; impulsó la formación de la
Marina Mercante Nacional, tarea que no pudo desarrollar por la oposición que
tuvo en el Congreso y en los medios periodísticos, y recién pudo ser creada en
1941.
Creó Yacimiento Petrolíferos Fiscales, lo que hizo solo
Rusia y Argentina escaparan al reparto que dos grandes compañías hicieron del
petróleo en el mundo. Cuando impulsaba la nacionalización de los yacimientos y el
monopolio de su industrialización y comercialización por el Estado, le costó la
caída del gobierno en 1930.
Impulsó los servicios públicos de transporte, la construcción
de nuevas líneas ferroviarias, intentó la nacionalización de los ferrocarriles,
que no pudo lograr y recién pudo hacerse durante el gobierno de Perón.
Comenzó un proceso político y económico de promoción y
custodia de los derechos del trabajador, esto hizo que el movimiento obrero
organizara grandes huelgas contra las patronales, encontrando en el Estado no
al defensor de los privilegios, sino al árbitro cuya neutralidad se traducía en
el libre juego de la organización y de las reivindicaciones legítimas de los
trabajadores. La huelga ya no era un delito, los huelguistas ya no eran
criminales, sino trabajadores que luchaban por la defensa de sus derechos. Envió
al Congreso, quien no lo trató, el Código de Trabajo.
Pese a la defensa de estos derechos, su mandato se vio
empañado por la Semana Trágica en 1919 y la Patagonia Rebelde entre 1920 y
1921, con centenares de obreros fusilados.
Fue el primer gobierno de la historia que gobernó sin
Estado de Sitio. Se crearon nuevas universidades nacionales, 3 mil nuevas
escuelas para educación común y el bachillerato nocturno, que permitió
completar su educación a los obreros e incluso, seguir las profesiones
universitarias.
Legisló sobre el salario mínimo y la jornada máxima de
trabajo, encaró el problema de la jubilación y la vivienda para los
trabajadores. Presentó un gran plan de casas económicas, pero el Congreso no le
dio tratamiento.
Con su concepción humanista y universalista, acudió en
ayuda de los pueblos que por efectos de la gran guerra sufrían las desgracias
del hambre, la sed y el frío.
La Reforma Universitaria de 1918 fue una acción de
libertad de pensamiento y actitud libertadora, fue una concepción cultural
consciente de que está exigida de un programa ético político para su
realización completa; fue un planteamiento de espiritualidad política, que
nació en Argentina y se extendió al mundo.
Hipólito Yrigoyen insistió en el concepto referido a que
la Unión Cívica Radical no es un partido más, cuya acción se limita a ser sólo
una oposición a las calamidades gubernativas, ni una parcialidad que lucha en
su beneficio, ni una composición de lugar para tomar asiento en los gobiernos,
sino el mandato patriótico de nuestra nativa solidaridad nacional; es una
convocatoria y organización, un Movimiento nacional histórico, que lucha como
consecuencia de responder a una concepción afirmativa de la vida argentina,
cuya autentica cualidad debe sustanciar y defender contra todo cuanto se le
opone.
Al cumplirse este 3 de julio el 82º aniversario de su
muerte, es bueno recordar esas palabras, para entender que en los procesos
históricos, los partidos son coyunturales, y es el gran movimiento nacional y
popular el que lleva a los pueblos a su grandeza y felicidad.
Gerardo Roberto Martínez
Presidencia de la Plaza (Chaco); julio de
2015
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