A 44 AÑOS DEL ASESINATO DE
JUAN JOSÉ CABRAL
Juan José Cabral había
nacido en Paso de los Libres, la misma ciudad que vio nacer a Silvio Frondizi. Juan José era
conocido como “Chelo” en su ciudad natal, apodo que llevó consigo cuando se fue
a Corrientes a estudiar medicina. Y fue en la Facultad de Medicina donde se lo
encontró resistiendo a las políticas antipopulares de la dictadura de Onganía.
Comenzaba 1969 y la Federación Universitaria del Nordeste (FUNE), con el
apoyo de todas las agrupaciones estudiantiles, declaró la huelga universitaria
para reclamar contra el cierre del comedor universitario, impidiendo el inicio
de las clases. En poco tiempo las protestas estudiantiles contaron con el apoyo
de la CGT, los docentes, los estudiantes secundarios, el Movimiento de Sacerdotes
para el Tercer Mundo y por la población en general tanto en Corrientes como en Resistencia.
El 15 de mayo de 1969 una marcha hacia la sede del Rectorado fue
violentamente reprimida. Luego del mediodía, una parte de los manifestantes que
se reagrupó en la Plaza Sargento Cabral fue interceptada por un automóvil de la
policía cuyos ocupantes abrieron fuego directamente contra ellos ocasionando la
muerte de Juan José Cabral y heridas a otros participantes.
Hace 44 años, las fuerzas
represivas, al servicio de las oligarquías, cómplices de las Dictaduras,
asesinaban al compañero Juan José Cabral. La respuesta a este terrorismo de
Estado fue la mayor movilización popular en Corrientes, no solo de estudiantes
y trabajadores, sino del pueblo correntino. El “Correntinazo” fue inmediatamente seguido de los
movimientos obrero-estudiantiles de Rosario y Córdoba, que debilitaron al
gobierno militar y forzaron el reemplazo de Juan Carlos Onganía.
La muerte de Cabral en la misma plaza que lleva el nombre del sargento que
salvara al General San Martín, como la de su coterráneo Silvio Frondizi algunos
años mas tarde, al igual que la de centenares de argentinos, es el símbolo de la
lucha de quienes soñaron con una Argentina más justa, más democrática, más
solidaria.
Hoy, cuando vemos hecho realidad muchos de aquellos sueños, el mejor
homenaje que podemos hacerle a Juan, a Silvio, a tantos muertos, perseguidos, desaparecidos,
es seguir trabajando para consolidar los logros obtenidos, seguir trabajando
para que los sueños de aquellos, los sueños nuestros, continúen haciéndose realidad
en nuestra Patria.
Dijo la poetisa Amalia Pérez “que ningún cabral murió contento con su muerte”. Con dolor por tanta muerte pasada, pero esperanzados
porque vemos que esas muertes no fueron vanas, unidos y organizados seguimos
trabajando para que la realidad se parezca cada día más a nuestros sueños.
Gerardo Roberto Martínez
Presidencia de la Plaza (Chaco); 15 de mayo de 2013
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